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Crimen en Zaragoza: la Justicia no puede evitar que tres presuntos asesinos queden libres

Pese al altísimo riesgo de fuga, los tres saldrán de la prisión de Zuera la próxima semana, cuando cumplirán 4 años como presos preventivos, el límite que permite la ley. Las defensas han apurado todos los plazos para que llegue esa fecha sin celebrar el juicio.

Interior de la prisión de Zuera, donde se encuentran ahora nueve presos de la banda terrorista ETA.
Interior de la prisión de Zuera, donde se encuentran ahora nueve presos de la banda terrorista ETA.
Heraldo

La cuenta atrás ha comenzado. Y nada podrá impedir ya que tres presuntos asesinos salgan la semana que viene de la prisión de Zuera sin rendir cuentas ante la Justicia. La Audiencia de Zaragoza, la Fiscalía y la familia de María Marian, la joven de 28 años cuya muerte se les atribuye, temen que alguno de ellos –si no todos– aprovechen esta oportunidad para darse a la fuga y huir del país antes del juicio, ya que se enfrentan a penas de 23 años de cárcel. Y lo cierto es que la larga y complicada instrucción del caso y la estrategia dilatoria de las defensas, que lo han recurrido prácticamente todo, amenazan con hacer que este crimen quede impune.

Los supuestos homicidas son el lituano Aivaras S. y dos compinches nacidos en España: Juan E. O. y Jesús J. M. Según el Ministerio Público, aunque a estas alturas todavía no están claros los motivos, los tres hombres se pusieron de acuerdo para acabar con la vida de la víctima, por lo que el 21 de noviembre de 2018 se desplazaron juntos en coche desde Cambrils (Tarragona) a Zaragoza. Una vez en la capital aragonesa, el trío habría contado con la colaboración de otras cinco personas, también identificadas y acusadas. Sin embargo, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional concluyó que fueron los primeros quienes se plantaron sobre las 19.15 en la urbanización Torre Urzaiz de Movera y mataron de un disparo a la joven. De ahí que ellos sean los únicos que han permanecido desde entonces en prisión provisional.

La complejidad del caso, del que a estas alturas todavía se ignora el móvil –se investigó una posible deuda y que la muerte pudiera ser una venganza relacionado con el tráfico de drogas–, hizo que la Policía necesitara casi siete meses para poner nombre y apellidos a los presuntos autores del crimen. El próximo martes, 20 de junio, se cumplirán cuatro años de su detención. Y como la ley no permite mantener privado de libertad a nadie más de ese tiempo sin haberse celebrado juicio, la magistrada de la Sección Primera de la Audiencia Provincial que presidirá el jurado se verá obligada a dictar un auto ordenando su excarcelamiento.

De la defensa del presunto sicario lituano se han hecho cargo distintos letrados, pero todos ellos han apurado hasta su última opción para conseguir que saliera a la calle. Desde impugnar la declaración en que reconoció su presencia en el lugar de los hechos, argumentando que el traductor hablaba ruso y no lituano, hasta informar de la existencia de un vídeo clandestino grabado en el gimnasio del centro penitenciario de Zuera en el que uno de los investigados reconocía la autoría del disparo mortal, eximiendo así de alguna manera a Aivaras S.

Para la familia de la víctima, el objetivo estaba claro: conseguir que el lituano saliera de la cárcel para darse a la fuga. Sin embargo, el juez instructor se aferró a las pruebas de cargo para negarle siempre la libertad, especialmente a una: el guante de látex que se halló en el escenario del crimen con su ADN y partículas específicas de residuos de disparo.

Estrategia dilatoria

Han pasado cuatro años y tanto el presunto sicario como sus dos compinches siguen entre rejas. Razón por la cual las defensas han jugado ahora su particular órdago: dilatar los últimos trámites antes del juicio para que venzan los plazos legales y no quede otra opción que ordenar la puesta en libertad de los tres sospechosos. La titular del Juzgado de Instrucción número 12, encargada de las pesquisas, remitió en abril la causa a la Audiencia Provincial para que hiciera las últimas gestiones de cara al juicio con jurado.

Sin embargo, al apurar las defensas hasta el último día de cada emplazamiento para presentar sus escritos y recurrir la denegación de nuevas pruebas ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), será ya imposible señalar la vista antes de la semana que viene. Y por lo tanto, los presuntos asesinos quedarán en libertad.

Todo apunta a que la magistrada-presidenta del tribunal popular establecerá medidas preventivas como la retirada del pasaporte de los encausados. Pero las acusaciones temen que ese no vaya a ser un impedimento para que los presuntos asesinos se fuguen, lo que obligaría a celebrar finalmente el juicio sin los supuestos autores materiales del crimen.

La Policía vigilaba el 21 de noviembre de 2018 la vivienda donde se produjo el asesinato.
La Policía vigilaba el 21 de noviembre de 2018 la vivienda donde se produjo el asesinato.
Guillermo Mestre

LAS CLAVES DEL CASO

  1. María Marian murió de un disparo el 21 de noviembre de 2018 en una finca de Movera. Los tres presuntos asesinos accedieron a la propiedad rompiendo la valla perimetral. Sobre las 19.15, cuando la víctima llegó a la vivienda, nada más bajarse del coche fue abordada por dos encapuchados armados –al menos, uno de ellos– que acabaron con su vida. La autopsia reveló después que la joven recibió un disparo de bala en el costado que le afectó al pulmón izquierdo y al hígado, provocándole un shock hemorrágico.

  2. La Policía barajó varios móviles del crimen, pero todavía no hay una conclusión clara.
    Uno de los motivos que llevó al Grupo de Homicidios a vincular desde el principio el crimen con el tráfico de sustancias ilegales fue el hecho de que la fallecida fuera pareja de José N. T., alias Mistos, de 70 años, y por aquellas fechas en prisión por cultivar marihuana. Pero ni cuatro años después están todavía claros los motivos.

  3.  Homicidios tardó siete meses en detener a los ocho presuntos autores. Un guante de látex con ADN del sicario lituano Aivaras S. hallado en el lugar del crimen permitió a los investigadores tirar del hilo. A partir de ahí, el cruce de llamadas y los geoposicionamientos de los sospechosos sirvieron al Grupo de Homicidios para montar el puzle y detener a los implicados, entre ellos, tres mujeres. Como presuntos autores materiales, además del lituano, se señaló a JuanE. O. y Jesús J. M.

  4. ¿Por qué la instrucción del caso se demoró más de tres años? La causa recayó en el Juzgado de Instrucción número 12 que, desde el primer momento, tuvo que hacer frente a un sinfín de recursos por parte de las defensas. A modo de ejemplo, los más de tres años que la víctima pasó en una cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal de Aragón, sin que su familia pudiera enterrarla. A última hora, también se intentó que la jueza aceptara como prueba una grabación clandestina obtenida en la prisión de Zuera. Pero no lo hizo.

  5. La ley no permite que un preso preventivo pase más de
    4 años encerrado sin juicio.

    El próximo martes, 20 de junio, se cumplen 4 años de la detención de los tres presuntos asesinos de María Marian, que llevan todo este tiempo en prisión provisional. Nadie puede permanecer más de este tiempo como preso preventivo sin que haya habido un juicio. De haberse celebrado la vista y tener una sentencia condenatoria, aunque esta no fuera firme, se podría prorrogar la prisión provisional por la mitad del tiempo de la pena impuesta. Por ello, parece evidente que la estrategia de las defensas ha sido dilatar todos los plazos para impedir que la Audiencia pudiera señalar el juicio antes de que se cumpliesen los cuatro años de internamiento.

  6. ¿Cabe todavía alguna medida para evitar el altísimo riesgo de fuga?
    Todo apunta a que la magistrada-presidenta del jurado dejará libres a los tres sospechosos con medidas como la retirada del pasaporte, pero no parece que ello pueda dificultar sus planes, si realmente quieren darse a la fuga.
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