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El plan Ecoprovincia de gestión de residuos se pone en marcha tras cinco años de obras

Ya ha entrado en funcionamiento la planta de transferencia de Ejea y hasta junio lo harán otras cuatro. Solo quedará pendiente de entrar en servicio el centro de Alagón.

La flota y el personal del servicio Ecoprovincia, en la planta de transferencia de Ejea.
La flota y el personal del servicio Ecoprovincia, en la planta de transferencia de Ejea.
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Tras casi cinco años de obras, una compleja tramitación y retrasos por la pandemia y hasta por un recurso ante el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (Tacpa), el plan Ecoprovincia, impulsado por la Diputación de Zaragoza (DPZ), para el transporte y procesado de los residuos de 245 municipios de la provincia ya es una realidad. El pasado 26 de abril entró en funcionamiento la primera de la seis plantas de transferencia del proyecto, la de Ejea de los Caballeros. Hasta el próximo junio se pondrán en servicio de forma escalonada otras cuatro y quedará pendiente la instalación de Alagón, que terminará de construirse también en junio, según los plazos dados a conocer por la DPZ.

Desde hace semana y media, la basura de las 31 localidades de la comarca de las Cinco Villas se lleva a la estación de transferencia, donde se compacta para que ocupe el menor volumen posible para su posterior transporte hasta el Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Zaragoza (Ctruz).

El próximo miércoles 10 de mayo empezará a operar el centro de transferencia de La Almunia de Doña Godina, del que dependerán 32 municipios de Valdejalón y el Campo de Cariñena. En la semana del 15 al 21 de mayo entrará en funcionamiento la planta de Quinto, que dará servicio a otras 20 localidades de la Ribera Baja del Ebro, el Campo de Belchite y el Bajo Aragón-Caspe.

La puesta en marcha de las instalaciones de Calatayud, que gestionará los desechos de 101 municipios de la Comunidad de Calatayud y el Campo de Daroca, también es «inminente», apuntan desde la DPZ. Estaba previsto que iniciara su actividad hoy, pero ha habido que retrasarlo unos días porque el consorcio de esa zona tiene en vigor un contrato temporal para llevar sus basuras al Ctruz que va a resolverse para incorporarse a Ecoprovincia.

Quedarían así dos plantas por estar operativas. La de Borja se prevé que lo esté en junio, una vez que la comarca haya dejado libre el recinto trasladándose a un nuevo espacio construido por la DPZ. Será entonces cuando Ecoprovincia preste servicio al 100% a los 245 municipios adheridos, ya que la planta de Borja recibirá provisionalmente los residuos de la Ribera Alta del Ebro hasta que esté lista la planta de Alagón, que se espera termine de construirse en junio.

24 millones de inversión

El transporte de residuos hasta la capital aragonesa fue adjudicado para 10 años a la empreas Actúa Servicios y Medio Ambiente por 18,3 millones de euros. A esa cantidad hay que sumarle los seis millones que han costado las seis estaciones de transferencia, por lo que el coste total de Ecoprovincia asciende a 24 millones, asumidos íntegramente por la DPZ.

El servicio se va a prestar los 365 días del año y está previsto tratar unas 80.000 toneladas anuales de basura que hasta ahora se enterraban sin ningún tratamiento previo y que a partir de ahora se podrán reciclar o reutilizar. Además, en el Ctruz, los desechos con materiales susceptibles de ser aprovechados, se usarán para producir biogás, compost o energía eléctrica.

Una plantilla de 25 trabajadores

La empresa concesionaria ha puesto en marcha el transporte con cinco cabezas tractoras, 15 semirremolques de piso móvil totalmente estancados con una capacidad de 24 toneladas y una veintena de trabajadores, entre conductores y operarios. Cuando estén en activo las seis plantas se ampliará a siete cabezas tractoras, 19 semirremolques y 25 empleados.

El servicio, apuntan desde la DPZ, cuenta con un sistema informático de gestión que permite la integración y el seguimiento de todos los elementos incorporados al sistema garantizando la trazabilidad de los residuos. Se registran los datos de los camiones que llegan a las plantas de transferencia y también de los que llevan a cabo el transporte hasta la capital aragonesa. Tanto las cabezas tractoras como los semirremolques cuentan con equipos embarcados que permiten el seguimiento en tiempo real de las rutas, las distancias recorridas y los tiempos.

Una tramitación compleja 

Desde que el proyecto de Ecoprovincia se presentó de forma oficial en el III Foro de Alcaldes, en junio de 2017, han pasado casi seis años. Primero hubo que llevar a cabo una compleja tramitación para reunir los terrenos y permisos necesarios para construir las seis plantas de transferencia. Los técnicos de la DPZ hicieron el trabajo interno de redacción de los proyectos, que incluían los estudios geotécnicos, las consultas ambientales al Inaga para confirmar que no es necesario llevar a cabo ningún estudio de impacto ambiental, los trámites para hacer efectiva la cesión de los terrenos por parte de los ayuntamientos y otras consultas. No fue un camino sencillo y la ubicación de los centros suscitó más de una reticencia.

El objetivo de la Diputación era que las seis plantas de transferencia estuvieran listas a finales de 2021, pero la pandemia trastocó cualquier calendario. Los trabajos en la primera planta, la de La Almunia, comenzaron en octubre de 2020. El último escollo fue el recurso de una empresa ante el Tribunal de Contratos Públicos contra la adjudicación del contrato para el transporte de la basura a Zaragoza.  La demanda finalmente se desestimó.

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