Los agentes de la antigua Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local de Zaragoza, ahora reconvertidos en Unidad de Refuerzo Flexible (URF), siguen patrullando con sus uniformes habituales a pesar de la decisión del gobierno de ZEC de que lleven las mismas prendas que el resto de la plantilla. Pese a que se les ha comenzado a suministrar el nuevo vestuario, los policías afectados han devuelto la mayoría de las prendas por irregularidades.

Tanto es así que el sindicato STAZ ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo "por vulneración grave de los derechos de los trabajadores". En concreto, critican que "se está entregando ropa vieja y descatalogada: pantalones, polos e incluso una chaqueta policial con acoplamiento metálico en el pecho para ‘walkies’", que fue prohibida por Prevención de Riesgos Laborales en el año 2007.

"También se está obligando a recoger zapatos que carecen del termosellado de seguridad y que han sido manipulados", añaden, así como que "se están entregando gorras rígidas incompatibles con los cascos de protección propios de la unidad".

Por todo ello, los agentes han devuelto buena parte de las prendas recibidas, y han entregado informes al respecto al departamento de Recursos Humanos para que quede constancia.

Antes de las elecciones

Desde el gobierno de ZEC reconocen complicaciones en el proceso de cambio de uniforme que "están dilatando" la puesta en marcha de la decisión de la concejal Elena Giner de despojarles de la imagen de antidisturbios de esta unidad. Sin embargo, dejan claro que el cambio de aspecto se producirá antes de las elecciones de mayo –aunque no detallan cuál será la fecha concreta– tras hacer los "ajustes habituales" en este tipo de cambios de uniformes.