Dos nuevos accidentes de tráfico en la calle de Antonio Leyva, en el barrio Oliver, se han saldado con dos personas heridas, una de ellas una niña de 13 años. Ambos siniestros se registraron el viernes por la noche con una diferencia de apenas 15 minutos.

Según informó la Policía Local, la menor de edad fue atropellada por un camión hacia las 21.10 del viernes en la intersección de Antonio Leyva con Miguel Artigas. Fuentes del 091 señalaron que la niña, identificada como S. B. J., fue arrollado cuando cruzaba por un paso de peatones.

Salvo complicaciones, las heridas que sufrió la menor fueron de consideración leve, según las mismas fuentes, aunque fue preciso su traslado a un complejo sanitario para ser evaluada. Por su parte, el conductor del vehículo implicado en el siniestro, un hombre de 45 años que responde a las iniciales J. L. T. C., fue sometido a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó un resultado negativo.

Apenas un cuarto de hora antes, también en Antonio Leyva, se había registrado otro accidente de tráfico. Fue en la confluencia con la calle de Espronceda, a menos de 300 metros del lugar del atropello de la menor. En este siniestro resultó herido un joven de 22 años que cayó al suelo tras perder el control del ciclomotor que conducía.

Según informó la Policía Local, el motorista, identificado como I. G. A., fue trasladado en una ambulancia del 061 hasta un hospital con lesiones de carácter leve, salvo complicaciones.

La calle de Antonio Leyva, una de las arterias principales del barrio Oliver, fue remodelada este año gracias a una inversión municipal de 760.000 euros. A pesar de la intervención en redes de vertido, aceras, calzada y alumbrado, la reforma no ha convencido a los vecinos, que desde hace meses vienen denunciando que los vehículos no respetan la velocidad máxima permitida (50 km/h), una circunstancia favorecida por la señalización, que consideran insuficiente.

Las quejas vecinales se recrudecieron el pasado octubre, cuando una mujer de 73 años murió atropellada por un turismo a la altura del número 83. Pocos días después, a tan solo unos metros, un conductor perdió el control de su vehículo y chocó contra varios coches que estaban aparcados, provocándoles diversos daños. Según testigos presenciales, circulaba a más de 100 km/h.

Para evitar estos siniestros, los vecinos exigen badenes y otros elementos que limiten la velocidad de forma efectiva en la zona.