El polígono industrial de Munébrega parece que comienza a salir a flote después de siete años de larga espera. A principios de este año, el Ayuntamiento aprobó el expediente para la venta mediante subasta de un total de 18 parcelas de este recinto que se extiende a lo largo de unos 25.000 metros cuadrados urbanizados al pie de la carretera que une Calatayud y el Monasterio de Piedra.

De ese proceso, finalmente cerca de 8.000 metros cuadrados ya tienen compradores, que en total han dejado unos 100.000 euros en las arcas municipales. Se trata de tres proyectos empresariales ligados al sector de la agroalimentación que todavía están en una fase inicial. Uno de ellos es de carácter local, otro comarcal y el tercero tiene implantación ya a nivel nacional.

El aporte local lo da Picacha Fruit, una explotación familiar que quiere "fijar en Munébrega el valor añadido del sector de la fruta", explica José Bueno, portavoz del proyecto. En su caso, con unos 800 metros cuadrados y una inversión aproximada de 200.000 euros, construirán una nave y una cámara frigorífica en la que gestionarán casi 300.000 kilos de fruta. Otro caso es el de los comarcales Frutas y Setas Campillo, que actualmente centran su actividad en la comercialización en la localidad de La Vilueña. Según explica uno de los dos socios de la empresa, José Miguel Tornos, quieren extender el negocio y contar "con un almacén y cámaras frigoríficas". Por el momento, no dan cifras de inversión ni de puestos de trabajo.

En el panorama nacional se encuentra la empresa Cherry World, que ha adquirido casi la mitad de la superficie vendida, unos 3.000 metros cuadrados. "Nuestra idea es empezar con una nave de unos 600 metros cuadrados e ir ampliando paulatinamente conforme vaya aumentando el volumen de negocio", explica Iván Carrasco, responsable del plan. Además, según explica el alcalde de Munébrega, José Félix Lajusticia, para ellos la localidad es "un punto logístico estratégico" ya que tienen su negocio entre Madrid y Barcelona e "importan y exportan fruta a través de Valencia". A ello se une, añade, "la proyección de la cereza" de toda la zona de Calatayud.

Respecto al proceso de relanzamiento del municipio, Lajusticia considera que "ha sido lento, arduo y criticado, al quedarse estancado en un momento en el que llegó el declive urbanístico y de los polígonos". Además de estos tres proyectos que tienen visos de materializarse, también admite que "alguna empresa se ha quedado por el camino y no ha podido invertir por la crisis de la política nacional".

En cuanto a la polémica, Lajusticia incide en que, aparte de la compra de las parcelas, "el polígono no ha costado nada a las arcas municipales". Así, subraya que el polígono, que ya cuenta con instalaciones de agua, saneamiento y electricidad, "se desarrolló con apoyo del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón y los accesos a través de la Diputación Provincial de Zaragoza". El objetivo último, remarca el regidor, pasa por "mantener vivo y relanzar Munébrega".