Absuelven a un joven de Zaragoza al que el error de un testigo pudo costarle dos años de cárcel

Una persona identificó en comisaría una foto del joven como la del autor de una grave agresión a las puertas de una discoteca de la capital aragonesa, cuando a esa hora esta persona estaba siendo atendida en otra ambulancia porque le habían roto una botella de cristal en la cara.

Las agresiones se produjeron a las puertas de esta discoteca, ubicada junto al pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.
Las agresiones se produjeron a las puertas de esta discoteca, ubicada junto al pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.
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El error de un testigo al identificar una fotografía en comisaría como la del autor de una violenta agresión registrada en una discoteca de Zaragoza ha estado a punto de llevar a prisión a un inocente. De hecho, Andrés C. H. (34 años) llegó a sentarse en el banquillo acusado de un delito de lesiones por el que le pedían 2 años de cárcel y una indemnización de 10.489 euros. Pero la juez no ha tenido otra opción que dictar una sentencia absolutoria, ya que las pruebas evidencian que es imposible que el encausado estuviera en dos sitios al mismo tiempo. Y cuando el testigo dijo verle rompiendo la nariz a otro, el presunto agresor estaba siendo atendido en una ambulancia de la Cruz Roja.

Los hechos enjuiciados se remontan a la madrugada del 15 de octubre de 2016, fecha en la que se registraron varias peleas a las puertas de la discoteca Café Variedades, ubicada junto al pabellón Príncipe Felipe. Según los atestados policiales, en los que se ha apoyado la juez, el acusado se vio envuelto en una de estas refriegas y acabó hospitalizado en el Miguel Servet, ya que le estamparon una botella de cristal en la cabeza y le provocaron una lesión inciso contusa que le alcanzó el tejido subcutáneo y que precisó de asistencia quirúrgica.

Como refleja la sentencia, la agresión de la que fue víctima Andrés C. H. se produjo sobre las 3.37 y los sanitarios de Cruz estuvieron atendiéndole en el lugar de los hechos entre las 4.02 y las 4.42, para evacuarlo después a urgencias del Servet. Por ello, resulta imposible que él fuera el autor del puñetazo que rompió la nariz a otro hombre a las puertas de la misma discoteca. Sencillamente, porque esta otra agresión se produjo después de las 4.31, cuando al sospechoso lo estaban atendiendo en la ambulancia.

El abogado de la defensa, Simón Lahoz, insistió durante la fase de instrucción en esta circunstancia, tratando de hacer ver a las partes que era imposible que su cliente pudiera estar en dos sitios a la vez. Para aclarar el asunto, pidió incluso un informe a la Policía Nacional para que detallara minuto a minuto las horas en que se habían movilizado las emergencias: coches patrulla y ambulancias. Sin embargo, tanto la Fiscalía como la acusación particular mantuvieron los cargos y llevaron a juicio al sospechoso. A tenor de los hechos, el ministerio público acabó retirando la acusación a la conclusión de la vista oral.

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