Treinta internos de la prisión de Teruel participaron este jueves en una charla con la escritora Almudena Monferrer acerca de la mujer en la literatura, una actividad que tuvo lugar en la biblioteca del centro penitenciario y que guardó relación con la celebración del 8-M.

Los reclusos mostraron su interés por iniciarse en la escritura como terapia para sobrellevar la estancia en la cárcel y prepararse para su próxima vida en libertad, un salto que, por extraño que pueda parecer, les genera “miedo”, en palabras de la subdirectora de Tratamiento de la prisión de Teruel, Ana Guinda.

“El regreso a la sociedad tras un tiempo en la prisión puede tener complicaciones y eso les preocupa; se preguntan qué se van a encontrar fuera de la cárcel y si sabrán llevar una vida distinta a la rutina que tienen en el centro”, explica Guinda.

Los presos solicitaron la creación de un taller de escritura a lo largo de todo el año en el que Almudena Monferrer, turolense y autora de tres libros de novela histórica, les indique algunas pautas para comenzar a escribir un libro. La actividad se sumaría a las que ya se promueven desde el club de lectura que existe en el centro penitenciario.

“Nunca es tarde para empezar a escribir”, aconsejó la escritora a los reclusos, a los que animó a plasmar en papel sus sentimientos y forma de pensar como un ejercicio que contribuirá a su salud mental.

"Una experiencia enriquecedora"

Monferrer relató su trayectoria y habló de sus obras y los autores que le han inspirado. “Ha sido para mí una experiencia muy enriquecedora que ha superado todas mis expectativas”, señaló la escritora turolense respecto a la charla impartida a la población reclusa de Teruel. “He sentido mucho agradecimiento por parte de los internos”, agregó.

Uno de los presos manifestó que le invade el sentimiento de que su cuerpo está preso, pero su alma y su mente, no, por lo que siente la necesidad de escribir para dar rienda suelta a la libertad interna que conserva.

Monferrer, de 34 años, comenzó en la literatura durante la pandemia de coronavirus y confiesa que escribir fue para ella una actividad terapéutica. Una de sus novelas, “¿Hay amor en la guerra?”, ofrece 20 relatos sobre la Guerra Civil en Teruel. Su segundo libro, “Traqueteo sin sonido” habla de las estaciones de ferrocarril inconclusas y abandonadas que hay entre Teruel y Alcañiz. Su tercer obra, “Mondarias”, gira en torno a seis prostitutas del siglo XIV.