El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno aragonés, Ángel Samper, ha considerado este jueves en Teruel que el proyecto para la reintroducción del lince en la Comunidad Autónoma supone un ataque a la ganadería extensiva de ovino, que se encuentra en una situación muy frágil desde el punto de vista económico y de producción de carne. 

"No se está teniendo respuesta con sensibilidad medioambiental; al elemento más natural que existe se le está dañando, atacando, con cuestiones medioambientales, como la reintroducción del lobo, el oso y ahora se cuestiona el lince", ha dicho Samper.

El consejero, que se ha reunido con los responsables de las Oficinas Comarcales Agroambientales (OCA) para conocer sus inquietudes, ha declarado que su Consejería "defiende a los agricultores" y que estos estiman que tanto la llegada del oso como del lobo "es un elemento de perversión para la ganadería extensiva y lo sería también el lince".

Samper ha calificado de "desastre natural" la situación que vive la ganadería ovina y ha aportado el dato de que Aragón tiene en la actualidad menos de un millón de ovejas, cuando en 2001 eran casi dos millones y medio de cabezas. En la misma línea, España contaba en 2001 con 24 millones de ovejas y ahora hay menos de diez millones.

Ha negado que exista polémica entre su consejería y la de Medio Ambiente -presidida por Manuel Blasco y promotora de la reintroducción del lince-, pues, según ha dicho, "cada uno tiene que hacer su trabajo". No obstante, ha reclamado que la encuesta ciudadana que se está llevando a cabo en busca de un consenso ante la llegada del lince contemple igualmente informar a los entrevistados de que este felino "come conejos, pero también ataca a los corderos".

"Allí donde hay un lince, los ganaderos tienen un problema grande y eso hay que decirlo", ha subrayado Samper, quien ha abogado por que entre los encuestados figuren "aquellos a los que se va a perjudicar, que son los habitantes del medio rural, los ganaderos y los agricultores".