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Agentes de la Policía Nacional en Teruel salvan a una mujer que sufría un atragantamiento en la plaza del Torico

Los efectivos, requeridos por un grupo de personas, aplicaron la maniobra  de Heimlich, logrando que la víctima expulsara un trozo de alimento 

El suceso tuvo lugar en la Plaza del Torico de Teruel, en la imagen.
El suceso tuvo lugar en la Plaza del Torico de Teruel, en la imagen.
Jorge Escudero

Agentes de la Policía Nacional en Teruel auxiliaron este domingo en la Plaza del Torico de esta ciudad a una mujer de 75 años de edad que estaba sufriendo un atragantamiento

El suceso se produjo sobre las 16.50 del pasado domingo, mientras una dotación policial estaba patrullando por el centro de la ciudad de Teruel. Según informan desde la Policía Nacional, los agentes fueron requeridos por un grupo de personas, ya que, al parecer, una mujer había sufrido un atragantamiento y se estaba asfixiando, presentando una coloración cianótica o, lo que es lo mismo, azulada.

Ante esta situación, los efectivos de la Policía Nacional procedieron a aplicar la maniobra de Heimlich, consiguiendo que la víctima expulsara un trozo de alimento y recuperara, a continuación, la respiración. 

Seguidamente, los agentes solicitaron a través de la Sala Cimacc 091 (Centro Inteligente de Coordinación Mando y Control), la presencia de los servicios sanitarios, los cuales, tras examinar en el lugar a la mujer, pudieron corroborar que esta se encontraba en perfecto estado de salud y no era necesario su traslado a un centro hospitalario.

Qué hacer en caso de atragantamiento

Cuando se produce un atragantamiento, se obstruyen las vías respiratorias debido a un funcionamiento incorrecto del mecanismo de la deglución. Para favorecer la expulsión del cuerpo extraño que impide la entrada de oxígeno, en caso de que la obstrucción sea completa y no pueda entrar aire, se debe realizar la maniobra de Heimlich.  Cuando la víctima del atragantamiento es un adulto, es necesario que la persona que vaya a realizar la citada maniobra se coloque por detrás del afectado y le sujete con el puño cerrado colocado entre su tórax y el abdomen; a su vez apoyará la otra mano sobre el puño cerrado, y le presionará contra él hacia arriba. Así se aumenta la presión desde el abdomen hacia el tórax y se permite que el aire residual que queda en los pulmones consiga expulsar el cuerpo extraño. La mayoría de las veces resulta efectiva. Si no es así, el afectado perderá el conocimiento y será preciso realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar.

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