DÍA DE LA GUARDIA CIVIL EN HUESCA

Auxilios que salvaron vidas en Huesca: "Afortunadamente llegamos a tiempo"

La Guardia Civil condecora en la celebración de su patrona a un piloto de helicópteros, dos agentes que evitaron la muerte de una niña de año y medio y otro que se tiró a un lago helado para rescatar a un perro.

De izquierda a derecha Abraham Olivas, Luis Fernando Bravo, Barbara Hermida y Jesús Roselló.
De izquierda a derecha Abraham Olivas, Luis Fernando Bravo, Barbara Herguido y Jesús Roselló tras recibir la condecoración.
Javier Navarro

Abraham Olivas, Luis Fernando Bravo, Bárbara Herguido y Jesús Roselló lucían orgullosos esta mañana en su pecho la cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, que premia los servicios extraordinarios en auxilios a los ciudadanos. Los cuatro agentes han contribuido a salvar vidas, a prestar socorro en situaciones críticas, y así se les ha reconocido en la celebración del día del Pilar, patrona del cuerpo, durante un acto celebrado en la Comandancia de Huesca, presidido por el teniente coronel jefe de la misma, Francisco Pulido, y el subdelegado del Gobierno José Carlos Campo.

El capitán Jesús Roselló lleva 15 años pilotando el helicóptero de rescate de la Guardia Civil. Su vida aeronáutica ha transcurrido en Huesca. No ha contabilizado el número de rescates en su haber porque, dice, "la clave de este servicio es estar siempre preparado para el próximo y aunque los anteriores nos da un bagaje y una experiencia, nos hemos de concentrar siempre en el siguiente". 

El mayor reto es "llegar a tiempo", afirma el capitán. "Hacemos muchos rescates en los que las lesiones no son tan graves, sin riesgo vital, pero supone un gran estrés cuando eres consciente de que corre peligro la vida de una persona. En esas situaciones, nos concentramos en invertir el menor tiempo posible", dice este piloto, acostumbrado en ocasiones a estar pendientes de varios rescates simultáneamente.  

El de 2023 ha vuelto a ser una verano "intenso" en el socorro alpino, "pero como lo son todos últimamente", aclara. "Rescates complejos hay muchos, rescates en los que te das cuenta de que has salvado una vida, hay unos cuantos".        

La condecoración ha coincidido con los 50 años de la creación del servicio aéreo de la Guardia Civil. De este tiempo, él destaca la incorporación en Huesca de un nuevo aparato con una grúa integrada, "un avance para los rescates", y otras tecnologías que poco tienen que ver con las de hace medio siglo. 

Luis Fernando Bravo y Bárbara Herguido estaban de servicio en Sariñena la noche del 23 de febrero del 2022 cuando los avisaron de una urgencia médica en la localidad de Albalatillo. Triana, una niña de año y medio, se estaba asfixiando por una convulsión febril. "Fuimos lo más rápido que pudimos y afortunadamente llegamos a tiempo. La niña estaba en brazos de su abuela y nos la dio pidiéndonos que la ayudáramos", cuenta Bárbara. Entre los dos consiguieron reanimarla practicándole la maniobra de Heimlich. 

"La niña empezó a llorar cuando la socorrimos, una buena señal que nos dio a entender que estaba bien. La metimos rápidamente en el coche y allí volvió a pasar lo mismo y tuvimos que hacer una segunda maniobra", continúa la agente. Mientras la trasladaban al centro de salud de Sariñena se cruzaron con la ambulancia y la trasfirieron.     

Desde aquel día han seguido teniendo contacto con la familia. "Está superagradecida", cuenta Luis Fernando. Los servicios sanitarios les comentaron que su intervención evitó un desenlace fatal. "Sentimos una inmensa felicidad cuando nos dijeron que gracias a nuestra labor la niña estaba sana y salva, casi no te lo crees, te das cuenta luego de lo grande que es", dice él.

La historia de Abraham Olivas, otro de los condecorados, dio la vuelta al país y motivó una felicitación personal de la entonces directora general de la Guardia Civil, María Gámez. Él no salvó a una persona sino a un perro, que cayó a un lago helado e irremediablemente se hubiera ahogado de no ser por su acción y la de su compañero, ambos destinados en Canfranc. 

El 7 de diciembre de 2021 salvaron a Shiro en la urbanización de Badaguás (Jaca). Su imagen quitándose la ropa y entrando al lago cubierto por bloques de hielo sirvió además para poner en valor a las unidades de Seguridad Ciudadana, que no siempre ocupan las portadas.

"Actuamos por humanidad, al fin y al cabo es un ser vivo que está padeciendo. Cualquiera de nosotros hubiera obrado igual. Era desesperante ver al animal así".  Abraham aún recuerda la desazón de la dueña del perro. "No solo pudimos sacar al animal del agua sino que nos aseguramos de que esa persona no tomara una decisión equivocada por su desesperación". El caso, en su opinión, sirve para valorar "otros muchos servicios que no se conocen y en los que la Guardia Civil está ahí". Hoy mismo ha hablado por teléfono con Jerome, el compañero que estaba con él, que partió a otro destino. "Guardamos un gran recuerdo de aquel día", dice, orgulloso de la condecoración que reconoce su trabajo.

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