Una de las 5 empresas más grandes de Cataluña compra Hormigones La Paz de Teruel

La planta turolense, con 70 trabajadores, espera crecer tras su entrada en el Grupo Sorigué.

Exterior de la planta que la empresa Hormigones La Paz tiene en la capital turolense.
Exterior de la planta que la empresa Hormigones La Paz tiene en la capital turolense.
Antonio García/Bykofoto

El Grupo Sorigué, una de las cinco empresas más importantes de Cataluña y que se encuentra también entre las cincuenta primeras de España, ha comprado las tres plantas de fabricación de asfalto que tiene Hormigones La Paz distribuidas por Teruel capital, Sarrión y Caminreal.

La empresa turolense, de carácter familiar y con casi 40 años de implantación en la zona, espera que la entrada en el Grupo Sorigué se traduzca en un crecimiento de la misma, que ahora cuenta con una plantilla de alrededor de 70 empleados. La compra se hizo efectiva el pasado mes de abril tras dos años de negociaciones entre ambas firmas.

Roque García Lozano, gerente de Hormigones La Paz desde sus inicios en 1985 y ahora, tras el cambio de titular, director en funciones de la factoría hasta que el nuevo propietario nombre a un responsable, explica que ha sido la falta de relevo generacional la que ha llevado a la empresa turolense a ceder al interés de Sorigué por adquirir las plantas de asfaltado.

"Estamos contentos de poder formar parte de un grupo empresarial tan importante, creemos que la nueva situación nos dará seguridad para el futuro", afirmó ayer García Lozano. "Esperamos que la fábrica vaya a más e incluso que, quizá, cuente pronto con mayor número de trabajadores", agregó.

Tras la compra por Sorigué, Hormigones La Paz seguirá teniendo la misma actividad, la fabricación y extendido de asfaltado para obra pública, principalmente. Según su director en funciones, la empresa turolense tiene una importante cartera de clientes y está presente en el 80% de los proyectos de carreteras y pistas rurales que se ejecutan en la provincia impulsados por la Diputación de Teruel, la DGA o el Ministerio de Transportes.

"La negociación fue dura"

Hormigones La Paz, que cuenta con una cantera de áridos en las proximidades de la capital turolense, tiene unos beneficios netos anuales que oscilan entre 500.000 euros y un millón y mueve en cada ejercicio entre 10 y 12 millones de euros. "Las negociaciones para la venta fueron duras; tuvimos dos años de tira y afloja y hemos hecho valer la empresa", relata García Lozano.

Desde el Grupo Sorigué, dedicado principalmente a la construcción y la prestación de servicios, explican que han comprado Hormigones La Paz para poder disponer de materia prima sobre el terreno en el que actúan. La empresa inicia así su asentamiento en la provincia de Teruel tras tener ya sedes en Zaragoza y Huesca.

"Continuamos con nuestra consolidación en Aragón, donde llevamos cuatro décadas de presencia activa a través de diversos proyectos, y empezamos nuestra implantación en Teruel", subrayan fuentes de Sorigué. La incorporación a su cartera de las tres plantas de asfaltado de Hormigones La Paz refuerza su actividad en la Comunidad Autónoma.

No obstante, el grupo catalán, con sede central en Lérida, no es desconocido para la provincia de Teruel, pues a través de algunas de sus sociedades participa en la construcción de los nuevos hospitales de la capital y de Alcañiz.

Colección de arte

El nombre de Sorigué está ligado también al arte. El presidente honorífico del grupo, Julio Sorigué, es conocido por haber iniciado una colección de obras pictóricas de los siglos XIX y XX que más tarde cedió a la fundación que lleva su nombre y que ha derivado en uno de los conjuntos de piezas de arte contemporáneo más importantes del país.

Sorigué cerró el año económico de 2022 con unas ventas consolidadas de 740 millones de euros y su cartera de negocio ese año ascendió a los 1.316 millones de euros.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión