Una red de cámaras limitará el acceso al centro histórico a vecinos y vehículos autorizados

El proyecto se redactará en 2018 con cargo al programa Edusi. Como medida previa se reordena la señalización.

El acceso rodado al centro histórico de Teruel quedará circunscrito a los vecinos, vehículos de carga y descarga, clientes de establecimientos hoteleros y servicios de emergencias. El plan para completar la peatonalización del casco antiguo de la ciudad se empezará a aplicar en 2018 con cargo a una partida de la Estrategia para el Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi) de 160.000 euros, financiada a partes iguales por el Ayuntamiento y la UE.

El concejal de Tráfico, Jesús Fuertes, anunció ayer la redacción el año que viene del proyecto para implantar un sistema de vigilancia con cámaras en todas las entradas al centro histórico para controlar que solo penetren los vehículos autorizados. La señalización advertirá a los automovilistas de las restricciones de acceso. Las cámaras de vigilancia constituyen "la última fase de la peatonalización", según Fuertes.

El edil explicó que la Policía Local dispondrá de un listado de las matrículas de los vehículos que pueden acceder al Centro Histórico. El sistema será "muy flexible" para mantener actualizada la relación de automóviles que podrán pasar. En caso de que detectarse a través de las cámaras una matrícula sin autorización, se iniciará el procedimiento sancionador. La aplicación del plan de cierre al tráfico rodado será sometido a una primera etapa de evaluación para conocer la respuesta de los conductores. Fuertes señaló que el sistema de cierre con pivotes abatibles presenta numerosos inconvenientes. Entre ellos, las frecuentes averías, riesgo de accidentes y la proliferación descontrolada de tarjetas.

Dentro del proceso de peatonalización, el Ayuntamiento completará durante el mes de mayo la sustitución de medio centenar de señales para desviar el tráfico. Los nuevos paneles orientan a los vehículos que llegan a la ciudad hacia párquines periféricos.

El proceso arranca por la carretera de Alcañiz, "una de las principales entradas a la ciudad", según indicó la alcaldesa, Emma Buj. La operación, ejecutada por las brigadas municipales, permitirá, a juicio de Buj, crear una ciudad más cómoda. Los nuevos indicadores también informan sobre los equipamientos urbanos, como los hospitales y el campus universitario. Añadió que, actualmente, se producen discontinuidades de señalización.

Por otro lado, la Oficina de Movilidad municipal prepara un informe con medidas para mejorar el acceso peatonal a los principales monumentos urbanos.

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