Inhabilitada una enfermera en Huesca por espiar la historia clínica de la exnovia de su pareja

La acusada difundía información del expediente de la víctima a través de redes sociales, aunque no mencionaba su nombre. Ha sido condenada a un año de cárcel y a pagar 10.000 € por daños morales.

El hospital Provincial de Huesca.
Hospital Provincial de Huesca, donde trabajaba la acusada en las fechas en las que accedió al expediente médico de la víctima.
Rafael Gobantes

La Audiencia Provincial de Huesca ha condenado a una enfermera a cuatro años de inhabilitación absoluta, un año y tres meses de cárcel y una multa de 10.000 euros por descubrimiento y revelación de secretos por acceder, hasta 130 veces en un año, al historial médico de la exnovia de su pareja y difundir datos a través de redes sociales, aunque sin mencionarla. 

El fallo judicial es fruto de la conformidad entre las partes al inicio del juicio oral. El abogado de la víctima y el fiscal solicitaban para la acusada cuatro de prisión, que se han reducido a un año y tres meses, evitando así su entrada en un centro penitenciario. La defensa pedía la libre absolución.

José Vicente Ariño, abogado de la acusación, ha señalado que este tipo de demandas nos son habituales, "aunque sí hay algunos casos de  sanitarios acceden historias clínicas sin estar autorizados". Asimismo, ha mostrado sus satisfacción por los términos del acuerdo alcanzado con el letrado de la denunciada.

Los hechos se remontan tres años atrás y ocurrieron en la ciudad de Huesca. La denunciante tuvo un novio durante 10 años. Rompieron en abril de 2019 y no de buenas maneras. El exnovio empezó a salir con la acusada, lo que derivó en una mala relación entre ambas, que se conocían porque sus respectivas exparejas habían sido muy amigos. En octubre de 2017, a la víctima le diagnosticaron Hepatitis C, que contrajo durante su trabajo como odontóloga.

En 2018, la enfermera, en reuniones de amigos comunes, hacía comentarios como “tener cuidado que hay una persona de vuestro grupo que no os está contando la verdad, no os vaya a pegar algo”. En abril de ese año, la acusada comenzó a colgar en Instagram vídeos en los que, sin citar a la víctima, sí hacía referencias a aspectos propios de su vida no conocidos públicamente.

Según ha quedado probado, entre el 23 de julio de 2020 y el 20 de junio de 2021, la enfermera, que entonces trabajaba en el Hospital Sagrado Corazón de Huesca, accedió sin autorización específica y sin ser su sanitaria asignada, a datos personales reservados relativos a la salud de la expareja de su novio contenidos en la base de datos del Salud. Después, los difundía a terceros, revelando a varios amigos que la denunciante había tenido una enfermedad infecciosa.

Desde el primer momento, la joven, que ahora tiene 32 años, se dio por aludida al ver los comentarios. También sus conocidos sabían que se trataba de ella. Según ha relatado, debido a la presión a la que se vio sometida (“me preguntaban por la calle que cómo estaba”) se cambió de ciudad, y pasó a vivir en Sabiñánigo. Por estos hechos, la víctima sufre un trastorno ansioso depresivo. “Me he sentido violada y desnuda porque mucha gente conoce mi historial clínico”, ha manifestado. La víctima ha querido dar a conocer su caso para que “se sepa que acceder así a una historia médica es un delito” y para “alertar de la falta de control, de seguridad en el sistema de Sanidad”.

El 30 de julio de 2021, la odontóloga presentó la demanda en el juzgado. Poco después, la enfermera interpuso una denuncia por acoso, argumentado episodios de persecución en los que no respetaba la distancia de seguridad y la publicación en la red social Facebook de una denuncia interpuesta por acceso indebido a su historial médico. Fue sobreseída. También se desestimó el recurso contra esta decisión. 

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