El conflicto del Seminario de Huesca: de la venta al Ayuntamiento a la declaración BIC
El recinto consta de varios edificios que se han ido añadiendo desde el siglo XVI y de una antigua iglesia (S.XI-S. XII) que está protegida. Se levantó sobre lo que fue la zuda de la ciudad árabe.
El antiguo Seminario de Huesca está en desuso hace más de 23 años, cuando la Diócesis lo vendió al Ayuntamiento por lo que hoy serían tres millones y medio de euros. Los responsables municipales lo cedieron en el año 2000 a la Universidad de Zaragoza, que tenía grandes planes para el recinto. Pero pasó el tiempo y no se hizo nada.
En septiembre de 2004, la institución académica solicitó un informe sobre el proyecto básico para la rehabilitación. Tras la realización de las correspondientes catas, en marzo de 2005 se tramitó el estudio de detalle, que en noviembre salió a información pública. Fue rechazado porque elevaba un piso la altura del edificio para dar cabida a todas las infraestructuras proyectadas. Se planteaba ubicar ahí la sede del vicerrectorado, una biblioteca general y un colegio mayor con apartamentos, lavandería y salas de estudios.
Mientras, las dificultades económicas de la Universidad conllevaron al abandono progresivo de los planes de rehabilitación del Seminario y en octubre de 2011 caducó el expediente. Empezó entonces el imparable proceso de deterioro y degradación que ha llevado al conjunto al borde del colapso, según ha reconocido este miércoles la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna.
En el 2018, la institución académica decidió devolver el 90% del suelo del recinto (16.000 m2) porque solo iba a ocupar la zona de la iglesia y la de la denominada 'L', es decir, los dos laterales protegidos. De todo el espacio, la Universidad solo iba a adecuar los 1.500 m² necesarios para los usos que se plantearon a principios de 2017.
La Plataforma en Defensa del Patrimonio solicitó al Gobierno de Aragón que todo el conjunto quedase protegido como BIC para salvarlo del derribo. Mientras, el Ayuntamiento y la Universidad plantearon modificar el PGOU para la construcción de viviendas de un parquin y de distintos servicios ciudadanos.
El Gobierno de Aragón solo declaró como BIC la iglesia de la Santa Cruz, las fachadas que forman la esquina de la plaza Universidad y la calle General Alsina y el subsuelo por los restos arqueológicos que pudiera ocultar. El colectivo ciudadano consiguió después que se protegiera la base del torreón de levante, envuelto en uno de los edificios que funcionaron como residencia de seminaristas primero y como aulas del instituto Alto Aragón y de la Escuela de Turismo después. Ahora, los tribunales deben resolver si también se da protección a los patios.
Hace tres años, el Ayuntamiento, la Universidad y la Diputación Provincial consensuaron para el Seminario, ubicado en el centro histórico de la ciudad, un proyecto que contemplaba llevar allí el vicerrectorado del campus de Huesca, crear una biblioteca científica y trasladar ahí la del Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA), además de crear un nuevo espacio museístico y grandes salas de estudios.
