Muere una montañera estadounidense al despeñarse en una canal de Ordesa, en Torla
Ya son 12 las personas que han fallecido este verano en actividades deportivas en la naturaleza en la provincia de Huesca, diez de ellas en accidentes y otras dos por infartos.
La Guardia Civil ha rescatado este domingo el cuerpo sin vida de una montañera estadounidense de 65 años que sufrió un trágico despeñamiento en la Canal de Fabetas, dentro del Parque Nacional de Ordesa, en el término municipal de Torla.
Sobre las 21.40 del sábado se recibió una llamada desde el refugio de Bujaruelo en la central 062-COS de la Guardia Civil de Huesca, informando que una mujer que se encontraba con su marido realizando una ruta por el sendero de la faja Guasa, se había separado de este y no había llegado todavía.
El Greim de Boltaña inició gestiones con el refugio y el marido para determinar la ruta que podría haber tomado la mujer y con esa información los especialistas de montaña se dirigieron al lugar en vehículo oficial y posteriormente a pie, resultando la búsqueda infructuosa.
A primera hora de la mañana de este domingo se han incorporado a la búsqueda el helicóptero de la Guardia Civil con base en Benasque, más personal del Greim de Boltaña, entre los que se encontraba un guía con perro de búsqueda de personas, y la médico del 061.
Sobre las 12.30 han localizado una prenda de vestir en la Canal de Fabetas (Ordesa-Torla), al oeste de las paredes de Mondarruego, y tras realizar un vuelo más bajo han encontrado un cuerpo en la parte baja del barranco que ha resultado ser de la mujer que estaban buscando y que presentaba lesiones incompatibles con la vida. Los especialistas han introducido a la fallecida en una camilla y la han trasladado en el helicóptero hasta la helisuperficie de Boltaña, donde un coche fúnebre la ha llevado al Anatómico Forense de Zaragoza, lugar donde se le realizará la autopsia.
Es la tercera víctima mortal de este mes en la montaña y con ella ya son 12 las personas que han perdido la vida en actividades deportivas en la naturaleza desde el inicio de la campaña estival de rescates el pasado 1 de mayo, 10 de ellas por accidentes y otras dos por infartos.
Mayo dejó cuatro víctimas: el día 5 falleció un practicante de salto base de 34 años, natural de Madrid aunque residente en Escarrilla, después de lanzarse desde Punta Calva, en el municipio de Plan; el día 7 se ahogó un barcelonés de 69 años en el barranco de los estrechos de Balced (Adahuesca); y el día 20, un montañero de 59 años, vecino de Barcelona, murió en una caída de unos 200 metros mientras descendía el pico de la Gran Facha, en Sallent de Gállego. Ese mismo día un senderista oscense de 70 años falleció a causa de un infarto en La Fueva.
En junio hubo una sola víctima mortal, un joven francés de 28 años se ahogó en un barranco de Bierge. Y en julio perdieron la vida un senderista de 58 años y vecino de Tafalla (Navarra) que se desplomó por un infarto cuando descendía del pico Gamueta, en Ansó; y un vecino de Guipúzcoa de 67 años que se despeñó durante una excursión por el entorno de Panticosa.
En agosto se registraron dos accidentes mortales más. El primero fue el día 7 cuando una montañera navarra de 30 años se precipitó 400 m en el pico Montferrat (3.219 m.), en Torla. Y el segundo llegó el día 15 por un montañero también navarro de 52 años que sufrió una caída de 100 m cuando hacía en solitario la ruta hacia la Cresta de Llosás, en el Parque Natural Posets Maladeta.
Y este mes de septiembre se había cobrado ya la vida de dos jóvenes de Zaragoza de 31 y 34 años que fallecieron ahogados el día 2 en un barranco de Biescas cuando realizaban el descenso con un grupo de otras ocho personas.
