El Opus Dei traslada al Obispado de Barbastro una propuesta sobre la gestión de Torreciudad
Desde la diócesis aseguran que la van a estudiar "con diligencia y cariño" e insisten en que su interés es solo pastoral y no económico, y en que la designación de José Mairal es temporal.
La Prelatura del Opus Dei y el Obispado de Barbastro-Monzón siguen dando pasos para llegar a un acuerdo sobre la gestión de Torreciudad después de la disputa generada a raíz del nombramiento como rector de José Mairal, el primero que no pertenece a la Obra desde que se inauguró el santuario en 1975.
La designación ha sido recurrida por la Prelatura ante la Santa Sede porque defiende que su estatuto canónico es el de oratorio del Opus Dei y por eso el rector lo debe nombrar el vicario regional en España, como ha ocurrido con los siete rectores anterior.
En un comunicado, el obispado anunció este jueves que había recibido "hacía unas horas" una propuesta de acuerdo por parte de la Prelatura del Opus Dei que se comprometían a estudiar "con diligencia y cariño, en la confianza de que nos servirá para seguir dando pasos en el compromiso conjunto de servicio a la Iglesia", remarcó. Ninguna de las partes quiso dar más detalles sobre el contenido de la citada proposición.
Aunque el nuevo rector -que sustituye a Ángel Lasheras- tomará posesión oficialmente de su nuevo cargo este viernes, 1 de septiembre, el Obispado aclaró que no está previsto ningún acto, reunión o encuentro para formalizar este traspaso.
De hecho, el propio Mairal, vicario judicial y que está al frente de la parroquia de Bolturina-Ubiergo, a la que pertenece Torreciudad, estará participando en la última jornada de ejercicios espirituales que han compartido esta semana los sacerdotes de la diócesis y que finalizará con una celebración conjunta en la ermita de San Ramón.
En este mismo comunicado, el obispado insistió en que el nombramiento de este sacerdote diocesano "no supone, y así consta en el decreto injerencia alguna en la gestión interna, económica o civil de Torreciudad", un santuario con un enorme potencial religioso y económico que ha recibido ya la visita de más de 10 millones de peregrinos desde que se inauguró.
En este sentido, aseguraron que su decisión se circunscribe únicamente a la "dimensión pastoral" y que, además, tendrá vigencia temporal "hasta que se regularice la situación canónica existente".
Las discrepancias sobre la gestión de Torreciudad tienen su origen en el año 2020. Según explica el Obispado, verbalmente en junio y por escrito en septiembre, la Prelatura del Opus Dei solicitó la novación del contrato de cesión de la ermita y la imagen de la Virgen de Torreciudad, propiedad ambas del Obispado.
Una vez analizado el contrato de 1962, así como de posteriores acciones en los últimos 60 años, el equipo jurídico del Obispado convino que era "imposible" realizar la novación en los términos solicitados y que era "necesario" actualizar la situación jurídica, canónica y pastoral entre las partes. Para ello, se abrió un periodo de conversaciones que, según la diócesis, fueron suspendidas por la Prelatura en enero pasado y que el Obispado confía en retomar "lo antes posible".
Hubo más de una docena de encuentros y el Obispado afirma que en ellos ya alertó de que, a pesar de su denominación pública, señalética y comunicación, el complejo inaugurado en 1975 no estaba erigido como santuario. Por ello, instó en enero a la presentación de los correspondientes estatutos para su erección canónica que aún no ha recibido.
El Obispado de Barbastro-Monzón concluye el comunicado agradeciendo sinceramente el apoyo recibido y reafirmándose en los criterios de sus motivaciones canónicas y de comunión eclesial.
El obispo ofreció su "mano tendida"
Se trata de un paso más para intentar acercar posturas después de que el propio obispo Ángel Pérez, en su última visita al santuario para presidir la fiesta de la Virgen de Torreciudad, lanzara un mensaje conciliador. "Pese al ruido mediático que pretende enfrentarnos y embarrar la situación, desde el obispado siempre encontraréis la mano tendida. Siempre la hemos tenido a la Prelatura para ayudar a que se regule cuando antes la situación jurídica, canónica y pastoral", manifestó.
