El ibón de Cregüeña y el manantial de San Julián de Banzo, nuevas reservas hidrológicas de Huesca

Ecologistas en Acción lamenta que el Ministerio no haya tenido en cuenta su propuesta de declarar 5 reservas naturales fluviales en la provincia.

Ibón de Cregüeña.
Ibón de Cregüeña.
Miteco

La provincia de Huesca ha incorporado dos nuevas reservas hidrológicas, el ibón de Cregüeña (Benasque) y el manantial de San Julián de Banzo (Loporzano) que abastece a la ciudad de Huesca. El objetivo de esta esta figura es proteger y conservar bienes de dominio público hidráulico que lo merecen a tenor de sus especiales características o su importancia hidrológica.

Son dos de las 67 reservas que ha incorporado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico al catálogo nacional, entre las que se incluyen 26 nuevas reservas naturales fluviales y, por primera vez, 19 reservas naturales lacustres y 22 reservas naturales subterráneas. Este proceso es fruto del trabajo realizado por las Confederaciones Hidrográficas para la revisión de los planes hidrológicos de tercer ciclo (2022-2027). 

Como resultado, se han identificado e incluido en el nuevo plan varios tramos de ríos, lagos y aguas subterráneas que cumplen con las características para incluirse en el catálogo nacional, que cuenta ahora con 289 reservas hidrológicas. Debido a que las áreas protegidas son lugares de baja presión humana, constituyen un escenario inmejorable para evaluar los efectos del cambio climático en los ecosistemas de ríos y lagos, y aquellos asociados a agua subterránea.

La motivación para proteger el manantial de Julián de Banzo (Fuenmayor) como Reserva Natural Subterránea reside en ser una de las descargas con mayor aportación que drenan la Sierra de Guara, no encontrarse alterado y el amplio conocimiento que se tiene, en comparación con otros, sobre su funcionamiento hidrogeológico.

Manantial de San Julián de Banzo, en Loporzano.
Manantial de San Julián de Banzo, en Loporzano.
Miteco

En cuanto a la declaración del ibón de Cregüeña, el lago de origen glaciar más grande del Pirineo, como Reserva Natural Lacustre se justifica por su estado ecológico bueno o muy bueno, por drenar una cuenca 100% natural, además de por su gran entidad y localización.

Desde Ecologistas en Acción aplauden la declaración de estos dos nuevos espacios, pero lamentan que no se haya declarado ninguna nueva reserva natural fluvial en toda la demarcación del Ebro lo que, a su juicio, demuestra, "la poca sensibilidad ambiental de la Confederación Hidrográfica". 

En su propuesta, a la que no renuncian, pedían la declaración de cinco nuevas reservas fluviales en la provincia de Huesca con una longitud total de 80 kilómetros que correspondían a las cabeceras de los ríos Vero, Sieste, Aurín, Canal Roya y Canal de Izás. Actualmente, las protegidas suman una longitud total de 167 Km y afectan a los tramos altos de los ríos Estarrún, Irués y Garona, Vellós, Ara, Noguera Ribagorzana, Salenca, Vallivierna, Isuala y Veral.

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