La sequía se agrava con algunos embalses a punto de quedarse vacíos

La Confederación Hidrográfica del Ebro reconoce que la situación es "muy mala" en grandes presas como Yesa y Mediano.

Mediano estaba este lunes al 11% de su capacidad, con solo 50 hectómetros cúbicos, la mitad embalse muerto.
Mediano estaba este lunes al 11% de su capacidad, con solo 50 hectómetros cúbicos, la mitad embalse muerto.
Javier Navarro

El verano del 2022 pasará a la historia como uno de los más secos de los últimos años. Los embalses del Ebro han perdido en una semana 186 hectómetros cúbicos (equivalente al volumen total de la Sotonera), bajando del 46 al 43% de su capacidad. A la situación de emergencia del río Aragón se podría sumar la intercuenca Gállego-Cinca, si la lluvia no lo remedia. Actualmente está en alerta pero ya roza la situación extrema.

Ramón Lúquez, jefe de explotación de la Confederación Hidrográfica, habla de las "dos realidades diferentes" que vive la cuenca del Ebro. Por un lado, la margen derecha, en normalidad, con reservas óptimas para esta época en el Guadalope y algo menos en el Jalón, mientras que en la margen izquierda, la de los grandes sistemas de regadío, los embalses se encuentran bajo mínimos por la sequía prolongada.

La situación es "muy mala" en Mediano. Solo quedan 50 hectómetros cúbicos (el 11% de su capacidad), de los cuales la mitad son embalse muerto. "Las reservas se están agotando", ha asegurado Ramón Lúquez, aunque se ha podido dar servicio a los regantes gracias a las restricciones desde inicio de campaña.

El embalse de La Sotonera (54%), también en la intercuenca Gállego-Cinca, se está utilizando para llevar agua al canal de Monegros, mientras que Vadiello, que abastece a la ciudad de Huesca, apenas tiene 3 hectómetros cúbicos (20%). "Suficientes" para garantizar el agua de boca a los oscenses, pero que han obligado al Ayuntamiento a tomar medidas como el cierre de fuentes y el ahorro en el riego público y la limpieza viaria.

En el río Aragón, Yesa apenas cuenta con 100 hectómetros cúbicos (22%), un año "especialmente malo", según el jefe de explotación, ya que posiblemente se acabe con el embalse muerto en la toma del canal. "Se prevé que en las próximas semanas prácticamente se llegue a vaciar por los consumos de riego, abastecimientos y el caudal ecológico". No obstante, se gestionará la reserva para garantizar el agua de boca. Yesa empezó muy bien el verano, pero el calor, la falta de lluvias y la escasez de nieve se conjugaron para hacer de los últimos meses los más secos de la serie histórica.

En la zona del Canal de Aragón y Cataluña, Barasona (43%) se sitúa en la media de otros años, y gracias a San Salvador se ha podido regar. Sin embargo, las presas del Segre están a punto de vaciarse (en breve dejará de turbinar la central de Rialp).

"Los ríos no traen agua, no hay más que darse una vuelta por el Pirineo para ver que donde antes había manantiales, ahora está seco", advierte el presidente de Riegos del Alto Aragón, José Antonio Pradas, quien prevé acabar la campaña "sin sobresaltos" gracias a los cupos establecidos desde la primavera.

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