La Semana Santa acaba con menos ocupación y anulaciones por la lluvia: "Ha sido peor que otros años"

Los buenos datos de hace dos semanas se fueron desinflando en el Pirineo y en Teruel y solo se salvó el Bajo Aragón.  

Turistas este fin de semana en Ordesa, sin colas y todavía con nieve en el Parque Nacional.
Turistas este fin de semana en Ordesa, sin colas y todavía con nieve en el Parque Nacional.
Heraldo

Mal tiempo a la ida y a la vuelta. Los turistas que estos días han visitado Aragón se han dado de bruces con el temporal Nelson. La borrasca, que ha traído lluvia en abundancia, crecidas en los ríos y nieve en el Pirineo, ha aguado la Semana Santa al sector hotelero. Los empresarios esperaban unas buenas vacaciones y en lugar de eso se han topado con cancelaciones de reservas.

El mal tiempo acompañó también la operación retorno, con problemas para circular en la autovía de Monrepós (A-23), que estuvo dos horas cerrada en sentido Zaragoza por un accidente ocasionado por una granizada, y varias carreteras con cadenas por la nieve en el norte de la Comunidad. 

Este fue el remate a una Semana Santa en la que el sector turístico ha visto rebajadas sus expectativas por el temporal. "Diez días antes esperábamos una buena ocupación, pensábamos que íbamos a llenar, pero con las previsiones meteorológicas llegaron las anulaciones. No ha ido mal pero no como creíamos", señalaba Pedro Marco, propietario de dos hoteles y un restaurante en Jaca. Más satisfecho se mostraba en cuanto a la restauración, ya que las segundas residencias se han llenado. Eso sí, la lluvia ha afectado a las terrazas.

Otro hotelero, José Luis Bergua, de Aínsa, reconoce que "no ha sido como otras Semanas Santas por culpa del tiempo". Y el gasto se ha reducido en la hostelería. La plaza Mayor de esta localidad, habitualmente abarrotada, ofrecía una imagen distinta por la lluvia. Lo mismo ocurría en el cercano Parque Nacional de Ordesa, donde no se han registrado grandes colas para coger los autobuses en Torla y la tónica dominante ha sido el agua o la nieve. El domingo se notó que la gente anticipó el regreso debido al temporal.

Y en Teruel también se produjeron cancelaciones, salvo en el Bajo Aragón, donde la tradición del Tambor y el Bombo se hizo irresistible pese al mal tiempo. Para Roche Murciano, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Teruel, "la Semana Santa ha sido peor que otros años". Si bien hace dos semanas las reservas eran "excelentes", dijo, una semana después comenzó a haber cancelaciones. 

Las más notables se sufrieron en la capital turolense y su comarca, en Gúdar-Javalambre y en Albarracín, donde las reservas cayeron entre un 15% y un 20%. Los empresarios pudieron recuperar parte de los visitantes bajando los precios hasta un 30%, pero pese a ello, el sol no salió para los hosteleros.

Dinópolis recibió 14.000 visitantes, pero en comparación con el mismo período festivo del año anterior, esta cifra supone con descenso del 9,89%, lo que también se atribuye al mal tiempo.

En cambio, en el Bajo Aragón la hostelería pudo mantener prácticamente el cien por cien de la ocupación prevista. Nieves Ballestero, gerente de Turismo Bajo Aragón, explicó que hubo algunas cancelaciones cuando se supo que iba a hacer mal tiempo, pero finalmente la situación se compensó con reservas de última hora. En esta zona los visitantes han sido principalmente familias y grupos de amigos, procedentes en su mayoría de Cataluña, Madrid o País Vasco.

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