Normalizado el tráfico en Monrepós tras el monumental atasco de dos horas en la vuelta de Semana Santa

Un accidente por la granizada cerca del túnel de Arguis a las 17.45 ha obligado a cortar la A-23 y ha provocado una retención kilométrica, con los coches parados, en sentido Zaragoza. 

Vehículos detenidos por el corte total de la A-23 en sentido Zaragoza.
Vehículos detenidos por el corte total de la A-23 esta tarde en sentido Zaragoza.
Javier Navarro

La operación retorno de la Semana Santa se está viendo dificultada por el mal tiempo, con agua, granizo y nieve. Los mayores problemas se han dado esta tarde en el puerto de Monrepós, en la A-23, cortado a las 17.45 en sentido Zaragoza tras una granizada que ha causado una colisión entre varios vehículos. 

El cierre total de la calzada hacia la capital aragonesa ha provocado un monumental atasco con retenciones kilométricas y cientos de vehículos parados a la espera de que se diera paso, ya que ha coincidido con las horas punta del regreso en la principal carretera del Pirineo. Dos horas después se ha podido empezar a solucionar el colapso gracias a la apertura de un carril, aunque dada la gran cantidad de vehículos retenidos se circulaba muy lentamente. Finalmente a las 22.00 se ha normalizado por completo el paso.    

Los conductores se lo han tomado con resignación, aunque se quejaban de falta de información. No sabían exactamente la causa de la retención. Han tenido tiempo de salir de sus vehículos, pasear por la calzada e incluso de sacar a sus perros.  

Según ha informado la Dirección General de Tráfico, el accidente ha obligado a cerrar la carretera a la altura del kilómetro 384 en el túnel de Arguis en sentido decreciente. 

Fuentes del Gobierno de Aragón y de la Guardia Civil han explicado que se ha producido una colisión entre varios vehículos fuera del túnel en el momento en que estaba cayendo una granizada. El accidente no ha tenido graves consecuencias para sus ocupantes, pero sí para la circulación, porque los coches se han quedado en la calzada y ha habido que esperar a las grúas para despejar la autovía. 

En otro punto de la A-23, en el kilómetro 354, a la altura de Cuarte, cerca de Huesca, la DGA advertía del peligro de pavimento deslizante por la presencia de granizo.

El regreso de las vacaciones de Semana Santa estaba discurriendo hasta ese momento con relativa normalidad en el principal acceso al Pirineo, la A-23, ya que la afluencia turística ha sido más discreta de lo esperado precisamente por el mal tiempo. 

Desde la una y media de la tarde, la DGT advierte de retención y congestión por circulación irregular en la A-23 a la altura del Puente de Sabiñánigo, entre los puntos kilométricos 405 y 403, en dirección a la capital aragonesa. También en la N-330, desde Artosilla hasta Hostal de Ipies.

Sin embargo, hasta que se ha producido el corte de la autovía, los conductores estaban pudiendo circular sin excesivas retenciones, eso sí, con tráfico lento, ya que hay menos vehículos en la carretera que en otras operaciones de retorno de las vacaciones. 

Sí ha sido una dificultad la nieve que está cayendo desde el sábado por la tarde en el Pirineo. Es necesario circular con cadenas por la frontera del Portalet (A-136), con prohibición de paso para camiones y vehículos articulados. Y se advierte además de las complicadas condiciones en este punto por el fuerte viento. 

Las cadenas o neumáticos de invierno también son obligatorias a primera hora de la tarde en la carretera del balneario de Panticosa (A-2606) y en la A-138, desde el km 87 en Parzán al km 92.3 en Chisagüés, en el acceso al túnel internacional Bielsa-Aragnouet.

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