La marea feminista inunda las calles de Zaragoza: "Seguiremos luchando sin reblar"

Más de 6.000 personas se vuelcan con la celebración del Día de la Mujer para exigir una igualdad real y el fin de la violencia machista y de la guerra. 

Manifestación 8M en Zaragoza 2024
Manifestación 8M en Zaragoza 2024
Toni Galan

Las calles de las principales ciudades de Aragón se han teñido este viernes, un 8 de marzo más, de morado. Solo en la capital aragonesa, la manifestación convocada por el Paraguas feminista ha congregado a más de 6.000 personas, que a pleno pulmón han defendido la lucha "sin reblar" para lograr una igualdad real. "A veces creemos que la revolución surge cuando hay desesperación, pero los movimientos nacen cuando hay esperanza", han recalcado en su manifiesto, en el que han puesto el foco en la situación de las trabajadoras del hogar, el colectivo LGTBIQ+, la conciliación, la situación de la mujer rural o incluso el "genocidio" de Palestina. 

La movilización de este viernes ha sido algo menos masiva que en años previos y, por primera vez, se han leído dos manifiestos. No obstante, todas las corrientes han recorrido la capital aragonesa unidas. La Coordinadora de Organizaciones Feministas de la capital aragonesa, que agrupa a una veintena de asociaciones, partidos políticos y sindicatos, se ha concentrado a las 18.30 en la Glorieta Sasera. Allí han recordado que "la lucha feminista sigue siendo imprescindible mientras haya feminicidios, violencia sexual y discriminación laboral". "Y más aun cuando hay un cuestionamiento de los derechos conquistados", han subrayado.

Posteriormente, se han sumado a la movilización impulsada por el Paraguas feminista, que ha partido puntualmente, a las 19.00, desde las escaleras del edificio Paraninfo al grito de "Zaragoza feminista". "La igualdad es necesaria y esto es ya imparable", ha asegurado Sergio Gimeno, que ha acudido junto a sus hijos y su mujer. La pequeña Abril, que vestía un tutú morado, portaba un cartel en el que se leía 'Sin nosotras no hay futuro". "Venimos todos los años", ha apuntado su padre.

También en familia han participado María Sanz, su madre y sus dos hijos. Juan, el mayor, llevaba una pancarta exigiendo la apertura de los centros 24 horas para la atención de víctimas de violencia. "Se ha avanzado, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Mientras siga habiendo desigualdad en algún lugar del mundo, tendremos que seguir saliendo", ha apuntado su madre. 

Para Ingrid, de solo cinco meses, la de este viernes ha sido su primera manifestación, pero, tal y como ha recordado su abuela Charo Pérez, "no será la última". "Ojala que cuando sea mayor no tenga que esperar un wasap diciéndome que todo va bien", ha confiado Ainara Rodríguez, madre de la pequeña. Esta familia, además de por ese deseo de que "terminen las diferencias" entre sexos, acude en recuerdo de una amiga que fue asesinada por su pareja hace seis años. 

"Las desigualdades se mantienen", ha lamentado Berta Sánchez, quien lleva años participando en esta jornada, incluso cuando vivía en Nicaragua. En este sentido, ha recalcado que el movimiento feminista, además de reivindicar los derechos de las mujeres, también "lucha contra el racismo y contra regímenes como el de Nicaragua".  

Lemas como 'Nos tocan a una, respondemos todas', 'La calle, la noche, también son nuestras', 'Basta ya de brecha salarial' o 'Sin nosotras se para el mundo' han sido algunos de los más repetidos en una jornada reivindicativa tanto en el ámbito laboral, dado que el sueldo de las mujeres es un 23% menor que el de sus compañeros, como en el personal, con importantes referencias a la violencia de género y la cosificación de la mujer.  

La movilización también ha contado con la presencia de colectivos como el de las empleadas del hogar o las del servicio de atención a domicilio de Zaragoza, que han reclamado al Ayuntamiento su municipalización. El pueblo saharaui y el palestino también han tenido su representación. "Palestina es esa mujer que lleva 60 años pidiendo ayuda sin que nadie le haga caso", han recalcado. 

Por su parte, Laura Miranda, de México, ha recordado a una amiga que ha desaparecido. "Viva se la llevaron y viva la queremos", ha coreado la plaza del Pilar al unísono en los compases finales de la marcha, en la que miles de flashes de teléfonos móviles han iluminado el espacio más emblemático de la ciudad, mientras que de fondo los principales edificios, como el Ayuntamiento de Zaragoza y la Delegación del Gobierno, estaban teñidos de morado. 

La única nota discordante de toda la jornada la han protagonizado dos jóvenes que, al paso de la manifestación, se han colado con una pancarta que decía: 'Mujer: abraza la virtud. No al feminismo, sí a la feminidad". Y otra que reivindicaba que vuelvan la "feminidad, modestia, maternidad, templanza, bondad y dulzura". La Policía ha tenido que intervenir para evitar que la situación fuera a mayores. 

Más de 600 participantes en la estudiantil

Han seguido así los pasos que solo unas horas antes habían dado más de 600 jóvenes que por la mañana participaron en la manifestación estudiantil, que ha partido a las 12.00 de la plaza de San Francisco bajo el lema 'Contra el patriarcado, de las clases a las calles ¡No reblamos!'. 'No son muertas, son asesinatos', 'Ninguna mujer es ilegal', 'Si nosotras paramos se para el mundo' y 'Las feministas con Palestina' han sido algunos de los eslóganes que se corearon mientras recorrían la Gran Vía, el paseo de la Independencia y la calle Alfonso I bajo la amenaza de lluvia. 

Rodo Mateo y Silvia Otobalea, alumnas de Bachillerato de Artes en el instituto Goya, era la primera vez que participan en este tipo de protesta. "Queremos poder vestirnos como nos apetezca y no sentir que tenemos que ser absolutamente perfectas en todo por el hecho de ser mujeres", han defendido. Abundaban los grupos de compañeros, como Paula Almazán y Andrea Bernia, que habían acudido junto a otros alumnos del instituto Luis Buñuel. "Tenemos derecho a volver tranquilas a casa por la noche, sin pasar miedo y sin que nuestros padres nos tengan que decir que vayamos con cuidado", han asegurado.

La marea feminista también se ha trasladado a otros espacios como la Universidad de Zaragoza. En sus diferentes campus, miembros de la comunidad educativa han leído el manifiesto difundido por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue). Han defendido la "igualdad efectiva" y la necesidad de eliminar "cualquier tipo de violencia contra las mujeres". Además, se han comprometido a que toda la actividad docente e investigadora "se inspire en esos principios".

La apuesta por esa igualdad "real y efectiva" ha sido también la base de la movilización de UGT y CC. OO, que se ha llevado a cabo por la mañana en la plaza de España de Zaragoza. En este sentido, han exigido el fomento de políticas de empleo para facilitar que las mujeres accedan "a un trabajo digno y  de calidad". Asimismo, han puesto el foco en la necesidad de mejorar el modelo de cuidados y la corresponsabilidad con un "reparto justo".

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