¿Qué son los escudos de piedra que hay en las fachadas de algunas casas en Aragón?

Su origen se remonta a la Edad Media y todavía pueden verse en numerosos pueblos aragoneses como Alquézar, Barbastro, Bierge, Alberuela de Liena y Berbegal.

Arriba a la derecha, el escudo de la que fuera la casa de los Ferrer, en el Arrabal.
Arriba a la derecha, el escudo de la que fuera la casa de los Ferrer, en el Arrabal.
Toni Galán

La riqueza patrimonial de Aragón es tan abundante que basta con pasear por las calles de cualquier municipio de nuestro territorio para encontrarse, de bruces, con parte de nuestra historia. Esto es lo que ocurre cuando descubrimos, sobre las fachadas de algunos edificios, casas o palacios, escudos de piedra que han sobrevivido al paso de los siglos. Pero, ¿Qué son estos elementos y por qué están en las fachadas?

Se trata de escudos de armas pertenecientes a la familia propietaria de ese inmueble, normalmente nobles o caballeros que mostraban de esta manera su estatus social y se distinguían del resto de la población, adornando con emblemas y armas particulares sus propias viviendas. Los encontramos en gran parte del patrimonio arquitectónico civil y religioso de la comunidad aragonesa y la conservación de estos blasones ha propiciado el estudio y conocimiento de gran parte de la historia de Aragón durante la Edad Media y el Renacimiento, según explica la web de Patrimonio Cultural de Aragón perteneciente al gobierno autonómico.

Su origen

“Los escudos de linaje en la península ibérica se originan durante las campañas de cruzadas contra el Islam. La costumbre de identificarse mediante colores en combate pasa a individualizarse con escudos de armas que terminaron por ser hereditarios. Esta práctica se generaliza a partir del siglo XIII”, apuntan desde Patrimonio Cultural de Aragón.

“En un principio estas piedras armeras fueron muy simples, se complican en elementos simbólicos y narrativos hacia el siglo XVI. Las figuras se colocan de manera estudiada y se representan figuras naturales y animales, seres fantásticos y humanos. Entre estas figuras las más repetidas son los animales salvajes símbolo de la fiereza y valentía como el león, el águila, el lobo, además de astros como el sol y la luna. Dragones, centauros, grifos aportan el sentido mitológico al conjunto. Los más narrativos presentan escenas de la vida cotidiana, escenas de guerra, de la vida eclesiástica y elementos arquitectónicos representativos de la época”, enumeran.

En el reino de Aragón existió un gran repertorio de familias nobles, los López de Pedruelo, los Zapatas, los Ximénez, los Pérez, los Broqueleros, los Sancho, los Blecua, los Luna o los Buil, cuyo apellido y escudo de armas todavía se conservan en los palacios y casones que les pertenecieron. 

En la comarca del Somontano de Barbastro son numerosas las localidades en las que todavía se pueden contemplar piedras armeras: Alquézar, Barbastro, Bierge, Alberuela de Liena y Berbegal. Las encontramos también en otras localidades de Huesca como Ibieca, Berdún, Ayerbe, Agüero, o Loporzano. Las piedras armeras de La Iglesuela del Cid, Mirambel en Teruel o Magallón en Zaragoza son otros ejemplos a destacar entre la larga lista de casas, palacios, castillos y monasterios que todavía conservan estas placas de piedra.

En Zaragoza también encontramos escudos armeros, la mayoría en el Casco Histórico de la capital, aunque existen en casi todos barrios como el que se encuentra en la calle de Villacampa, en el Arrabal, perteneciente a la familia Ferrer. “Se trata de la piedra armera de aquella casa del siglo XVIII y la divisa reza ‘Armas de los Ferrer’”, señala el periodista de HERALDO Christian Peribáñez. Otro ejemplo, es el que se localiza en el número 77 de la calle de Casta Álvarez, en el palacio de la plaza de Asso o el de la Casa de Palafox, entre otros.

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