José Luis Pinilla, el rescatador de trenes: "Canfranc tiene un magnetismo y una atracción increíbles"

Desde 2009, Pinilla recupera ferrocarriles históricos para proyectos como el restaurante de Canfranc o los trenes mineros de Utrillas y Andorra.

José Luis Pinilla visitó hace unos días el vagón ‘1928’ de Canfranc, que él recuperó en su empresa de Manzanares (Ciudad Real) y fue trasladado hace un año.
José Luis Pinilla visitó hace unos días el vagón ‘1928’ de Canfranc, que él recuperó en su empresa de Manzanares (Ciudad Real) y fue trasladado hace un año.
Mare Ingeniería

"Subir a Canfranc y volver a meternos en el vagón que restauramos podría ser un buen comienzo de una película o un libro. Conocí este lugar hace mucho tiempo, cuando estaba en estado comatoso y lamentable, antes de la reforma del hotel. Este lugar tenía un magnetismo y una atracción increíble", reflexiona el amante del ferrocarril José Luis Pinilla, conocido como el ‘restaurador de trenes’ a través de su empresa Mare Ingeniería, situada en Manzanares (Ciudad Real). 

"Regresar casi un año después de haber entregado los vagones (en marzo de 2023), ya convertidos en restaurante, ha sido como un reencuentro más tranquilo, porque he venido otras veces por trabajo, por pequeñas cosas que han surgido y, esta vez, he podido disfrutar del esplendor de Canfranc de manera relajada y, por supuesto, de su gastronomía y del valor de la acogida que hemos recibido".

Pinilla tiene muy presente Aragón entre sus proyectos ligados al ferrocarril, porque el vagón ‘1928’ (el año de la inauguración) de Canfranc es el tercer encargo aragonés desde que puso en marcha su empresa, en 2009. El otro vagón, conocido como ‘Canfranc Express’, se hizo también en su nave y se encargó de su supervisión, aunque lo firma la empresa Intefer (Integraciones Ferroviarias, S.L.), con quienes colabora. 

Antes, ya se había embarcado en el tren minero de Andorra, en 2019, y en el Parque Temático de la Minería de Utrillas, en 2021. Entre los otros rescates ferroviarios que va acumulando en sus quince años de andadura, se cuentan la puesta en marcha de una locomotora que circula por el parque temático Port Aventura, en Tarragona; la restauración del ferrocarril de Sóller, un tren de madera que fue inaugurado en 1912 y está situado en el norte de la isla de Mallorca; o el vagón recuperado para la empresa del Orient Express, situada en París, y que tiene un espacio en el Museo Nacional de Francia.

El empresario José Luis Pinilla regresó a Canfranc el pasado fin de semana del 10-11 de febrero con su pareja, Marta, para conocer cómo han quedado los vagones que vio volver a la vida en las naves de su empresa en Manzanares (Ciudad Real).
El empresario José Luis Pinilla regresó a Canfranc el pasado fin de semana del 10-11 de febrero con su pareja, Marta, para conocer cómo han quedado los vagones que vio volver a la vida en las naves de su empresa en Manzanares (Ciudad Real).
Mare Ingeniería

"Cuando comimos en el ‘Canfranc Express’ vivimos una experiencia, pero no solo para el sentido del gusto. Era una coreografía con los productos de la tierra, por ejemplo en los postres, muy ricos, con trufa y foie, y en los bombones que te sirven al final con granos de café", destaca del menú estrella Michelín que disfrutó junto a su pareja, Marta, y un grupo de diez personas. "Vimos cómo van emplatando y es un placer ver cómo te lo sirven". Espera que, pronto, se abra también al público su vagón ‘1928’, salvado del desguace y ahora equipado como restaurante de lujo.

Su trabajo en Canfranc llegó hasta Pinilla a través de un estudio de interiorismo italiano, Ilmiodesign, que se encargaba del nuevo hotel del grupo Barceló y de los dos vagones restaurante del exterior. Buscaban una empresa que acondicionara el espacio, restaurara el vagón e instalara desde aire acondicionado hasta agua y climatización para utilizarlo. "Para mí fue un vuelco al corazón, porque era para la estación de Canfranc y de la mano de una empresa puntera de interiorismo", reconoce José Luis Pinilla. 

Este vagón de los ochenta, salvado del desguace, fue devuelto a la vida para convertirse en restaurante en Canfranc.
Este vagón de los ochenta, salvado del desguace, fue devuelto a la vida para convertirse en restaurante en Canfranc.
Mare Ingeniería

Los ajustados plazos de entrega complicaban restaurar dos vagones, pero se organizó para estar al tanto de ambos en sus instalaciones. "Cinco años antes, yo había adquirido el vagón –que tenía cocina y camas y había sido utilizado como coche de servicio para los empleados de Adif– para evitar que lo desguazaran. Se lo vendí y luego hice el trabajo de restaurarlo", señala este defensor del tren, que defiende como pasión, aunque su negocio fundamental es una empresa de suministros industriales. Durante un mes y medio, se dedicó a desmontar aquel vagón totalmente para reconstruirlo. Tenía más de 40 años y había que prepararlo para su nueva función.

Traslado del vagón en marzo de 2023, desde Manzanares a Canfranc.
Traslado del vagón en marzo de 2023, desde Manzanares a Canfranc.
Mare Ingeniería

Aragón, a la cabeza

El restaurador de ferrocarriles explica que en 2009 transformó una pasión o afición en una empresa. Entonces hizo un pequeño tren de vía estrecha en Granada, con locomotora de vapor y vagones. En 2012, empezó a crecer, con la llegada de los proyectos de Port Aventura y Sóller (Mallorca). Pero entre las comunidades autónomas a las que ha llevado proyectos, Aragón se sitúa a la cabeza, por delante de las demás, con los tres que ha logrado ejecutar.

María Ángeles Tomás Obón, técnico de cultura y turismo de la comarca Andorra-Sierra de Arcos, recuerda que ellos fueron los "pioneros" y "descubridores" en Aragón de José Luis Pinilla, a quien propusieron, a finales de 2018, que replicara la locomotora Baldwin Locomotove Work, que recorría la línea Andorra-Escatrón y data de 1925. Tras varias visitas y preparativos, para calcarla a la perfección, finalmente, en diciembre de 2019, la instaló para hacer un recorrido de 1,2 kilómetros alrededor del Museo Minero ‘Mwinas’ Pozo de San Juan, en Andorra. Tras sufrir, desde marzo de 2020, el efecto de la pandemia, el museo se reabrió en 2021 y, actualmente, 3.000 personas se suben a este tren cada año. El empresario señala que se multiplicaron los turistas porque la locomotora, "construida con bastante fidelidad", ha sido "un revulsivo" para Andorra.

Réplica de la locomotora 130 Baldwin Locomotive Work en el Museo Minero de Andorra
Réplica de la locomotora 130 Baldwin Locomotive Work en el Museo Minero de Andorra
Museo Minero de Andorra

"Nosotros celebrábamos el 30 aniversario del cierre del tren minero Andorra-Escatrón de 1984 con unas jornadas y tomamos contacto con el mundo del ferrocarril. Nos dimos cuenta de la importancia que tuvo en el traslado del carbón desde Andorra hasta la central de Escatrón y luego se construyó un ramal hasta la central térmica", relata la técnico cultural de la comarca. Esta revisión de la historia rescató la importancia que tuvo el tren en la minería y les llevó a intentar recuperar la locomotora Baldwin para que circulara por los carriles del antiguo y desmantelado ferrocarril minero. Antes, habían empezado a recorrer el tramo de vía circular de 1.200 metros de longitud y un ancho de 750 mm con una pequeña locomotora Deutz que les facilitó un aficionado al ferrocarril de Castellón, pero su mecánica se agotó, ya que era muy antigua (tenía un siglo).

Fue entonces cuando María Ángeles Tomás Obón se puso en contacto con esta empresa de Ciudad Real para encargar esa réplica, gracias al apoyo del Programa Leader de la Unión Europea. "Como llegaba un ramal del ferrocarril al antiguo pozo minero de San Juan (a las afueras de Andorra) se aprovechó para continuarlo y dar una vuelta a todo el museo", reconoce la técnica, quien cree que "este proyecto fue un espaldarazo para esta empresa". 

"Más allá de lo que se ve en Port Aventura u otros parques temáticos, nosotros queríamos que reprodujeran las mismas locomotoras que estuvieron en la línea y, tras buscar mucho, al final, encontramos a José Luis Pinilla. Es un grandísimo defensor del ferrocarril, le apasionó el proyecto y vino varias veces a Andorra para prepararlo". El encargo y la respuesta de Mare Ingeniería recibió un aplauso de los propios mineros que trabajaron en esa línea ferroviaria del Bajo Aragón porque, cuando acudieron a visitarla, les sorprendió la similitud con la mítica máquina de la línea, la 130 Baldwin Locomotive Work, que estuvo trabajando hasta el final de la explotación. "Se quedaron alucinados y les gustó mucho", reconoce la técnica de la comarca. 

Un trabajo artesanal

De hecho, Pinilla explica que realizaron un "trabajo artesanal", valiéndose de todos los datos, medidas y fotos para trabajar en el diseño, pero eso "no estaba reñido con la última tecnología, ya que hoy es necesaria para poder realizar este tipo de proyectos". Pinilla utilizó el modelo original que tiene depositado en Casetas la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (Azaft). "La locomotora Andorra-Escatrón me encantó y la fabriqué", destaca Pinilla. La suya es una de las pocas empresas que se atreven con réplicas de obras de ingeniería de este calibre, con elementos y funcionamiento "casi" originales. "Es decir, no creábamos reconstrucciones con fibra de vidrio, sino con acero y soldadura. A partir de ese momento, se comenzó a fraguar otro nuevo proyecto que ha vuelto a poner a prueba nuestras capacidades en todos los sentidos", agrega.

Apertura de Andorra en marzo

Junto a la locomotora nueva, tenían un vagón de madera que les provocaba problemas por el ruido y hasta asustaba a los niños. Al final, esa conexión generada entre la comarca y el emprendedor del ferrocarril les llevó a encargarle también un vagón a juego con la Baldwin, una vez que lograron otra financiación similar, en 2021. "Suelen llevar diez personas cada viaje y además se facilitó que alguna pueda ir con silla de ruedas. El viaje dura unos 12 minutos y se recorren 1,2 kilómetros", detalla María Ángeles Tomás Obón. "Hice dos trabajos en dos años para ellos y muy vistosos", señala el empresario. 

Ahora, se ha añadido un nuevo atractivo para los turistas, pues, al desmantelarse la central térmica de Andorra en febrero de 2023, la locomotora Samper original, que estaba dentro como exposición, fue trasladada al Museo Minero de Andorra, un lugar que recibe a unos 4.000 visitantes al año. El próximo fin de semana abrirá de nuevo sus puertas tras el cierre durante los meses invernales de enero y febrero. Abre todos los fines de semana y festivos, y entre semana, con cita concertada.

Después de hacer los trabajos de Andorra, Pinilla se acercó al cercano Museo de Utrillas, donde los miembros de Azaft operan el tren que utilizan los visitantes, y también le encargaron reconstruir sus vagones para ampliar su capacidad. "Ellos empezaron con un kilómetro de recorrido, ya llevan cuatro y quieren alcanzar seis, llegando hasta el depósito de las locomotoras. Han conseguido hacer un anillo y recorrer todo el pueblo", concluye.

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