La depuradora de La Almozara: 35 años recibiendo los residuos de la zona más poblada de Zaragoza
La Estación Depuradora de Aguas Residuales de La Almozara entró en funcionamiento el 20 de marzo de 1989, por lo que está a punto de cumplir 35 años de vida y fue la primera de la capital aragonesa.
Parecen que lleven toda la vida y sin embargo la primera de ellas acaba de cumplir 35 años. La depuradora de La Almozara, en Zaragoza, fue el primer equipamiento municipal destinado al saneamiento de las aguas del Ebro a su paso por la capital aragonesa.
Se inauguró el 20 de marzo de 1989 como la estación de depuración de vertidos de mayor envergadura de la comunidad autónoma con el objetivo de aliviar la contaminación que sufría el río a su paso por Zaragoza y que se veía agravada por los vertidos urbanos e industriales que llegaban desde aguas más arribas, de las comunidades navarras y riojanas.
Según explica el Ayuntamiento de Zaragoza en su página web, “se trata de una Estación Depuradora de Aguas Residuales de fangos activados y digestión anaeróbica, con capacidad de tratamiento de 34.560 metros cúbicos al día”.
La periodista de HERALDO María José Villanueva recogió el acontecimiento en las páginas de este periódico: “Las aguas residuales de la zona oeste de la ciudad, incluidos los polígonos industriales de las carreteras de Logroño y Madrid, se recogen a través de unos colectores para ser conducidas a la depuradora, donde se reciclan y retornan al caudal del Ebro”, escribía Villanueva.
“La estación de La Almozara absorberá los desagües de cien mil zaragozanos del barrrio Oliver, Miralbueno, Valdefierro, carreteras de Logroño y Madrid, Monsalud, Bombarda y parte del área de Delicias”, continuaba. La procedencia de estos residuos eran domésticos y de aquellas industrias cuyas emisiones contaminantes tóxicas sean compatibles con la planta de La Almozara.
En la actualidad, la planta también realiza el proceso de depuración de los vertidos de los barrios de Monzalbarba y Universidad. Además de de los vertidos procedentes de fosas sépticas no conectadas a la red municipal. “Existen en el entorno de Zaragoza diversas viviendas y propiedades particulares que no se encuentran conectadas a la red municipal. Dichas propiedades recogen su agua residual generada en fosas sépticas instaladas dentro de su parcela. Estos vertidos son transportados por camiones cisterna a la EDAR La Almozara periódicamente para realizar su depuración igual que a los vertidos recibidos a través de los colectores de la red municipal”, explica el Ayuntamiento.
Depuradora de La Cartuja
El alcalde de Zaragoza en ese momento era Antonio González Triviño quien no faltó a la inauguración del nuevo equipamiento y habló también del proyecto de la segunda depuradora de la ciudad, la de La Cartuja, que en ese momento estaba en proyecto, con una capacidad cinco veces mayor que la de La Almozara con el objetivo de recibir los residuos de medio millón de personas de la zona Este de la ciudad. La de La Cartuja se puso en funcionamiento unos años más tarde, en 1993.
Funcionamiento de la depuradora de La Almozara
“Los vertidos residuales de cien mil zaragozanos, canalizados a través de los colectores, llegan a la planta depuradora de La Almozara para, una vez tratados, ser retornados al Ebro.
Las materias contaminantes como arenas y grasas se eliminan en una primera fase a través de decantadores de partículas”, explicaba Villanueva. “Un reactor biológico permite el cultivo de microorganismos que se alimentan de la materia orgánica que contiene el agua. En la última fase de depuración se eliminan los elementos patógenos mediante cloración”, añadía.
