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Una nueva guía para ayudar a las residencias a personalizar los cuidados de los mayores en Aragón

La Asociación Aragonesa para la Dependencia (Arade) ya ha analizado 40 de sus centros, en los que se ha dado las pautas y tiempos a seguir. 

Carmen Susín y Paquita Morata, en el centro, antes de la presentación de la nueva guía de Arade.
Carmen Susín y Paquita Morata, en el centro, antes de la presentación de la nueva guía de Arade.
Guillermo Mestre

Una nueva guía, cuya presentación se ha llevado a cabo este miércoles en el Patio de la Infanta, ayudará a las residencias a personalizar los cuidados de los mayores. Lo hará de forma de "muy práctica", explicando cómo se hace una historia de vida del usuario o cómo se instaura el profesional de referencia, entre otras cuestiones, según ha explicado Paquita Morata, gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (Arade), impulsora de este manual. 

"Llevamos más de dos años trabajando en el modelo de atención centrada en la persona. Es un cambio de mirada", ha recordado Morata. El objetivo, ha detallado, es pasar de un modelo "muy paternalista", con un "exceso de proteccionismo" a otro en el que el usuario puede elegir actividades, los centros son más abiertos a los familiares y el barrio y cuentan con un ambienta "más hogareño y acogedor". 

"Avanzamos a un camino en el que llegar a una residencia no es el final de un proyecto vital, sino el inicio inicio de un nuevo proyecto vital, donde se quiere potenciar la vida de la persona", ha subrayado la consejera de Bienestar y Familia, Carmen Susín, quien ha reconocido que el proceso será "largo". La guía señala que de media cada centro tarda unos 2 o 3 años en implantarlo correctamente.

Para abordarlo, el documento presentado también apuesta por al eliminación de de las sujeciones, tanto físicas como químicas, y por involucrar al máximo a las familias en el funcionamiento. Uno de los principales puntos en los que incide es en la necesidad de crear un equipo promotor, formado por entre dos y seis personas, dependiendo del tamaño del centro, y que cuente con miembros de la dirección, técnicos y atención directa. Posteriormente se valora la inclusión de usuarios y familiares. 

Este equipo se encargará de hacer una evaluación inicial, en la que se valore la calidad de vida de los usuarios, el buen trato, la personalización, la existencia de un profesional de referencia, el plan de Atención y Vida, la hogarización del centro, el uso de sujeciones, las relaciones con las familias y el personal con demencia. Una vez conocida la situación de base, la guía invita a definir un plan, con una evaluación a los 6 o 12 meses, para ver el grado de implantación de las medidas planteadas. 

Asesoría individualizada a 40 centros

Durante este tiempo, desde Arade ya se ha "diagnosticado" a 40 de sus centros. "Se ha hecho una asesoría individualizada para ver qué era lo que estaban haciendo correctamente y aquellas cosas en las que podían mejorar", ha destacado. Entre los "deberes" que les han puesto destacan las reuniones habituales con los usuarios o familiares si estos son dependientes. También se les han marcado plazos temporales para tener, por ejemplo, el 50% de las historias de vida de los residentes en los centros de mayor tamaño o para eliminar sujeciones. 

Como opciones de mejora, el documento incluye la historia de vida del usuario o los 10 mandamientos, donde el residente especifica cuáles son los aspectos que considera más importantes. También aborda la hoja de ruta, en la que se visibilizan las capacidades de la persona y esta elige sus objetivos y retos. Respecto a la hogarización, señala la importancia de que haya una buena iluminación, colores relajantes, plantas, además de permitir mascotas de pequeño tamaño o que las personas que no tengan deterioro cognitivo  puedan contar con un armario o cajón con cerradura en sus cuartos. 

No obstante, Morata ha recalcado que no hay una fecha concreta para que todas las residencias de Aragón cuenten con este modelo de atención centrado en la persona. "Cada centro es distinto y cada usuario es un mundo. Lo importante es que vayamos todos en la misma dirección, con las mismas pautas y el mismo interés", ha apostillado. En un sentido similar se ha manifestado Susín, quien ha destacado que la guía presentada va a ser "muy útil" también para los centros del Gobierno de Aragón, los ayuntamientos, las comarcas o las entidades de discapacidad. 

La consejera ha explicado que en el sector público se va "avanzando" con este objetivo, aunque ha reconocido que se hace "despacito" debido a la elevada inversión necesaria para poner en marcha las unidades convivenciales, que es el "modelo perfecto para los mayores".  Susín ha recordado hay 17.000 aragoneses viviendo en residencias y de ellos unos 8.000 lo hacen en centros gestionados por Arade. 

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