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Miguel Lierta, presidente de la Asociación Ictus de Aragón (Aida): "Queremos que se retome una vida lo más parecida a antes"

Reconoce el trabajo de este colectivo de cara a la concienciación, prevención y rehabilitación de los afectados por esta enfermedad. Este sábado se celebra el Día Mundial del Cerebro.

Miguel Lierta, ante la sede de la Asociación Ictus de Aragón (Aida) en Zaragoza.
Miguel Lierta, ante la sede de la Asociación Ictus de Aragón (Aida) en Zaragoza.
Oliver Duch

La Asociación Ictus de Aragón (Aida), que cuenta con unos 650 socios de toda la Comunidades, es un lugar de encuentro para los afectados de esta enfermedad, sus familiares y profesionales sociosanitarios involucrados en su atención. Su presidente, Miguel Lierta, reconoce el trabajo de este colectivo de cara a la concienciación, prevención y rehabilitación de los afectados.

Él sufrió un ictus cuando tenía 47 años. Hoy, con 68, se mantiene activo al frente de la asociación y dedicando tiempo a su familia. "Cualquiera puede sufrir un ictus –asegura–, pero algunos compran papeletas para la rifa y otros no", en relación a factores que condicionan el riesgo de sufrir la enfermedad, como la hipertensión, el colesterol, una vida sedentaria… De ahí, relata, la importancia de la prevención.

"Cualquiera puede sufrir un ictus, pero algunos compran papeletas para la rifa y otros no",

Recuerda que en 2002, de camino a su casa, notó que le costaba caminar. Sintió también un intenso dolor de cabeza. Unos síntomas por los que acudió de inmediato al Miguel Servet. El diagnóstico, un ictus hemorrágico. Al tercer día del ingreso entró en coma: "Y así permanecí más de un mes en la uci". Al despertar estuvo más de 20 días en planta. Desde entonces se enfrentó a un largo y duro proceso de rehabilitación que se prolongó más de un año y medio: "Ya no volví a trabajar".

El ictus supuso "un punto de inflexión" y a afrontar su día a día de otra manera. En 2004 entró en la asociación: "La enfermedad te parte la vida, hay un porcentaje muy alto de afectados que ya no se incorpora al mercado laboral y hay quien no sabe superar eso". "Es fundamental ver que existen otras maneras de vivir el resto de tu vida", pone de manifiesto.

"La enfermedad te parte la vida, hay un porcentaje muy alto de afectados que ya no se incorpora al mercado laboral y hay quien no sabe superar eso"

Y en este proceso es clave la rehabilitación: "Hay que intentar estar lo más parecido al día anterior al que te da el ictus". Tras el alta hospitalaria, la asociación Aida intenta ayudar de manera ambulatoria a quien necesita rehabilitación: "Intentamos que se logre el menor grado posible de discapacidad, o que quien acude se rehabilite y vuelva al trabajo, para poder hacer una vida lo más parecida a antes". Ofrecen charlas de concienciación a la población: "Hemos recorrido las 33 comarcas, para trasladar con un lenguaje claro y sencillo qué es un ictus, cuáles son los síntomas, cómo prevenirlo, y hablamos de la rehabilitación. Ya hemos recorrido cinco o seis veces la Comunidad".

 Desde Aida se trabaja por la mejora de la calidad de vida de estas personas y de sus familiares. La asociación proporciona una rehabilitación integral para evitar que los afectados caigan en algún tipo de exclusión social gracias a un equipo transdisciplinar. Para ello cuenta con uno de los centros de neurorrehabilitación más completos de España.

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