Los efectos de las altas temperaturas en la salud: desde gastroenteritis a picaduras o golpes de calor

Los servicios de Urgencias atienden durante el verano patologías propias de esta época del año, como síndromes gastrointestinales, picaduras de insectos, traumas y contusiones por el aumento de las actividades al aire libre así como golpes de calor o complicaciones de patologías crónicas. Las causas por las que se precisa atención médica son muy variadas.

Las altas temperaturas hacen que los gérmenes se reproduzcan más y se transmitan más. En el verano en general aumentan los episodios de diarrea y gastroenteritis por una mayor circulación de enterovirus o norovirus. Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en Aragón, su presidente, el doctor Rafael Marrón, explica que el calor provoca que aumenten también las infecciones bacterianas porque no se respete la cadena de frío o esta se rompa y los alimentos se deterioren. Entre las recomendaciones para evitar cuadros gastrointestinales estaría consumir alimentos en lugares establecidos, evitar comer en la calle, no ingerir alimentos crudos o lavarse las manos después ir al baño y antes de manipular alimentos.

Para prevenir las picaduras de insectos durante esta época del año, como la mosca negra, ofrece algunas pautas, entre ellas vestir con ropa clara y larga, evitar pasar cerca de ríos o embalses, instalar mosquiteras en el domicilio, evitar acumulaciones de agua y usar repelente para insectos. El tratamiento consistiría en limpieza y desinfección de la zona con un antiséptico, aplicación de frío local así como de algún producto para calmar el dolor y el picor y evitar rascarse para no empeorar la herida ni infectarla. En estos casos se debería consultar con el centro de salud si la zona está muy inflamada, con mucho picor o si hay signos de infección. O acudir al servicio de Urgencias si hay síntomas de una reacción alérgica grave.

La Aemet prevé temperaturas en ascenso los próximos días, llegando a rozar o incluso superar los 40 grados a lo largo de la semana en distintos puntos de la Comunidad. Y, ante esta situación, los expertos aconsejan beber abundante agua y tomar alimentos frescos, como fruta y verdura. Utilizar ropa cómoda y ligera, gorro y gafas de sol, evitar el ejercicio en las horas centrales del día y aplicar crema solar.

Ante un golpe de calor sube la temperatura corporal, el pulso se acelera, se sufre dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión y pérdida de conocimiento. En estos casos hay que llamar de inmediato a los servicios de emergencia, trasladar al afectado a un lugar más fresco y no darle nada para beber.