arqueologia
María de Huerva compra su castillo musulmán del siglo X por 90.000 euros
El ayuntamiento adquiere el terreno histórico a la constructora Juarca S.L. para conservarlo y valorarlo para los ciudadanos.
El Ayuntamiento de María de Huerva ha adquirido el castillo musulmán del siglo X situado en la margan derecha del río Huerva que dirige la población y formó parte de las fortalezas defensivas del distrito de Zaragoza de la marca superior de Al Andalus. La firma de la compra, que era una antigua aspiración del municipio, se ha realizado este miércoles por la mañana en un acto que ha reunido al alcalde Tomás Díaz y al representante de la inmobiliaria Juarca S.L., Miguel Mora.
Para el edil Tomás Díaz, esta adquisición “es una enorme satisfacción para María de Huerva” y, al mismo tiempo, “una alegría que un patrimonio histórico de nuestro municipio esté en manos de sus vecinos”. De hecho, el castillo ya fue declarado Bien de Interés Cultural en 1999 y ahora pasa a manos de los habitantes de la localidad de la comarca central.
El municipio va a desembolsar un total de 90.000 euros en los próximos tres años por los 57.000 metros cuadrados de los que consta el denominado Lugar Viejo. Para realizar esta operación urbanística e histórica, el Ayuntamiento ha contado como asesor técnico con el arqueólogo José Ignacio Lorenzo, que además es vecino del pueblo.
Al adquirir el castillo musulmán y los vestigios del poblado construido a las faldas del mismo, esta localidad quiso mostrar su “sensibilidad” con la rica actividad cultural que tienen desde hace años para los 6.000 habitantes que cuentan.
“Gracias a la vocación cultural que hay en nuestro municipio estamos trabajando en otros proyectos ya comenzados como la Casa Museo, que está casi concluida, la recuperación de la fuente y queremos poder añadir a nuestro patrimonio municipal la Posada Real”, agregó el alcalde de María de Huerva, Tomás Díaz.
El castillo se encuentra sobre un cerro, que domina la vega del bajo río Huerva, y está a unos 16 kilómetros de Zaragoza. Fue levantado por los musulmanes con la estricta finalidad defensiva o militar; y se construyó en tapial, de planta alargada e irregular, rodeado de fuertes murallas de tapial que se adaptan al terreno donde se asienta.
La construcción de María de Huerva tiene "un valor histórico", defiende el arqueólogo José Ignacio Lorenzo, pero salvo la Torre del Homenaje, de la que únicamente perviven los muros de la primera planta, con sus hojas abiertas y grietas que ponen en grave peligro su estabilidad estructural, el resto debe considerarse "yacimiento arqueológico" si bien "permanecen en pie algunos muros de edificios", que tienen más de dos metros de alzado y están "en situación inestable y con grave riesgo de derrumbe". El resto del edificio tiene la calificación de "restos arqueológicos".
José Ignacio Lorenzo, que es vecino de María de Huerva y miembro de la Asociación cultural Al-Marya, destaca que este acuerdo municipal que se ha negociado durante un año va a servir después de que se apruebe un plan director la posibilidad de poder rehabilitar el castillo, entre la torre, la muralla y la iglesia (antes mezquita), donde pueden verse varios lienzos.
El castillo fue propiedad de los condes de Fuentes hasta que en 1940, después de la Guerra Civil (1936-39), se expropió el monte que lo rodea y el resto lo vendieron a la familia Ortilles. Posteriormente, lo revendieron al constructor Miguel Mora, quien ha cerrado el acuerdo al final con el Ayuntamiento de María de Huerva.
“Son cinco hectáreas y media. Hay que proteger las zonas de peligro y evitar las caídas porque pasa cerca el río Huerva y puede provocar desplomadas”, apunta el arqueólogo. Para él la primera actuación que deberá acometer el Ayuntamiento debería ser perimetrar el terreno y evitar que el uso de bicicletas u otros vehículos puedan provocar daños en la zona especial.
Asimismo, José Ignacio Lorenzo señaló que en este lugar, llamado Lugar Viejo, llegaron a vivir hasta mil pobladores, desde el año 935 hasta el siglo XVI, cuando se abandonó y la población pasó al Lugar Nuevo (actualmente, la población de María de Huerva). “Hay un terreno de piedra de yeso, que se ha mimetizado con la zona natural. Fue un lugar amurallado con población islámica que empezó a utilizarlo desde el siglo X”, detalla el arqueólogo, para quien “es un hito” su conservación respecto a otras construcciones similares de origen musulmán como se pueden ver en Maluenda, Cadrete, Daroca, Alfajarín, Sástago, Rueda de Jalón o Calatayud.
