Crecidas del ebro
25 años de una lucha incesante para prevenir riadas en Aragón
El servicio SAIH Ebro de la CHE cumple un cuarto de siglo agilizando la toma de decisiones en situaciones de crecidas e incluso de sequía para minimizar los daños.
En tan solo 15 minutos, más de 1.200 estaciones de medición almacenan los datos hidrometeorológicos recogidos por más de 9.000 sensores repartidos por la cuenca del Ebro. A través de los 85 repetidores de radio que conforman la red de comunicaciones del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), se transmite la información al Centro de Proceso de Cuenca en la sede de la institución en Zaragoza, donde cuatro trabajadores vigilan los números incansablemente durante 24 horas, los 365 días del año, atentos a cualquier variación que pudiera suponer un peligro. Todo ello, para combatir las crecidas extraordinarias y hacer frente a la sequía. Esta red de telecontrol cumple 25 años con la mirada puesta ahora en el futuro, ya que los próximos tres años "serán determinantes para todos los SAIH de España", en un escenario cambiante, con menos lluvias y temperaturas más altas.
Esta labor puede parecer baladí para el ciudadano de a pie, pero es importante porque gracias a ella se prevén las grandes riadas del Ebro y permite agilizar la toma de decisiones y minimizar los daños, al igual que con la sequía. Resulta esencial también para la seguridad de presas y los servicios de explotación. De hecho, lo que diferencia a este SAIH de los del resto de España es que ofrece una previsión del volumen del caudal de los ríos a tres días vista gracias al Sistema de Ayuda a la Decisión (SAD). No deja de ser una estimación en base a las predicciones meteorológicas de la Aemet y a varios cálculos de los modelos hidrológicos, pero muy útil para la CHE en las crecidas, como la de 2015, la avenida de mayor impacto en los últimos años. De este modo, se pueden avisar a las protecciones civiles para desalojar municipios en caso de que el caudal del río crezca demasiado.
Los embalses juegan un papel muy importante en las avenidas, según explica la jefa del SAIH Ebro desde 2021, Esther Ruiz. "Pueden ayudar en la avenida, porque laminan los daños. Yesa fue determinante en la del año pasado. Todo el río Aragón estaba en emergencia y gracias a la crecida salió de esta situación con toda el agua que cogió", relataba Ruiz. Estos elementos, combinados con los datos en tiempo real del sistema y la coordinación en comunicación con ayuntamientos y los servicios de protección civil forman un sistema muy robusto y clave para evitar daños.
1987
Da comienzo del proyecto de construcción de la red, hasta dejarla completamente operativa diez años después, en 1997, año de partida del SAIH.
1997
El Centro de Proceso de Cuenca comienza a funcionar 24 horas los 365 días al año después de la avenida que afectó a Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña.
2003
La Confederación pone en marcha el Sistema de Ayuda a la Decisión -SAD-. En la imagen, Guillermo y Julien, los dos primeros técnicos del SAD.
2021
El Gobierno de Aragón entrega la Placa al Mérito de la Protección Civil 2021 al SAIH Ebro por su trabajo en la predicción y control de los caudales del Ebro.
El SAIH se impulsó a nivel nacional en los 80, pero a la cuenca del Ebro no llegó hasta el año 1988, cuando comenzó el proyecto de construcción de la red hasta dejarla completamente operativa diez años después. Con la espectacular riada de enero de 1997, el Centro de Proceso de Cuenca empezó a funcionar 24 horas los 365 días del año. Y así hasta hoy, con un equipo de cuatro trabajadores más otro compuesto por hidrólogos y meteorólogos. Precisamente, la pasada semana se celebró en el Paraninfo una jornada con motivo del 25 aniversario en la que participaron trabajadores de la CHE, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Aemet, así como profesionales de distintos ámbitos.
Inversión y colaboración
El SAIH quiere seguir creciendo y, en palabras de María Dolores Pascual, presidenta de la CHE, "hay una serie de líneas de actuación ya lanzadas para el futuro" que constituyen la renovación y optimización tecnológica, la mejora de los modelos de prevención, un avance en los sistemas de aviso, al igual que en la red de observación y perfeccionar la colaboración con administraciones públicas, sobre todo en los casos de emergencia. "Los SAIH requieren de una inversión constante y de plantillas adecuadas al servicio que prestan. Creemos que los datos han demostrado que las inversiones que se puedan hacer en este tipo de sistemas se amortizan rápidamente", detallaba la presidenta de la CHE.
El futuro pasa por "medidas necesarias" para conocer con anticipación la autonomía real en horas de las baterías que alimentan las estaciones de control; nuevas alternativas de comunicación con las oficinas de las presas; duplicar los instrumentos de medición de nivel en algunos embalses, con la instalación de nuevos sistemas como pueden ser equipos presión diferencial o radares de impulsos.
El SAIH Ebro busca la perfección en los datos. Un servicio hecho para los usuarios de la Confederación y ciudadanos, que encuentran en él una piedra angular que les protege.
