Sequía

La CHE avisa a los regantes de una campaña "difícil" tras las pocas lluvias de otoño

Las tormentas han aliviado "ligeramente" la situación de escasez de agua en los embalses, que no vuelven todavía a la normalidad.

Embalse de Mequinenza, con apenas reservas, el pasado mes de octubre.
El embalse de Mequinenza, con apenas reservas, el pasado mes de octubre.
Pilar Sariñena

Después de un otoño especialmente seco, con menos precipitaciones de lo normal, la situación de los embalses aragoneses apenas ha cambiado. Las lluvias han "aliviado" ligeramente la escasez de agua, pero de manera insuficiente como para volver a una situación de normalidad. Ahora, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) está avisando a los usuarios -industrias, abastecimientos urbanos, agricultores, regantes...- de que la campaña del año que viene se prevé "difícil".

Así lo hizo saber ayer la presidenta de este organismo, María Dolores Pascual, antes de inaugurar una jornada con motivo del 25 aniversario del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del Ebro. "Ya llevamos unos cuantos años en los que la margen derecha lleva unos niveles de normalidad de reservas en los embalses y nuestros usuarios están tranquilos para encarar la próxima campaña. Tienen reservas dentro de la normalidad", informó Pascual. No obstante, la margen izquierda sigue en una situación complicada. "Ha visto algo de recuperación en las reservas de los embalses, pero no es suficiente para decir que estamos en niveles de normalidad", añadió la presidenta de la CHE. En concreto, el de Yesa o los de los ríos Gállego y Cinca han recuperado niveles de agua, precisó, pero todavía siguen por debajo de la media de los últimos años.

Por este motivo, Pascual aseguró que la CHE "ya está hablando con los usuarios para que prevean una campaña que puede ser difícil" y puedan tomar esas decisiones oportunas para encararla. No obstante, mostró cierta esperanza ya que todavía restan los meses "en los que se produce una mayor aportación a los embalses" -hasta primavera-, por lo que hay "capacidad de recuperación".

Esther Ruiz. jefa del servicio SAIH Ebro, detalló que el embalse de Yesa está en unos 123 hectómetros cúbicos, saliendo del nivel de emergencia pero permaneciendo en el de alerta. "En el Bajo Ebro, Mequinenza también estaba más bajo de lo que es habitual en estos años, a unos 200 hm3 de salir de la zona de emergencia", indicó Ruiz.

2023, entre normal y seco

La Confederación no realiza previsiones a largo plazo, a pesar de haber avisado ya a los usuarios de la Cuenca sobre un año que puede ser complicado en términos de sequía. "Tenemos por delante todos los meses propiamente húmedos del año y es cierto que las reservas de nieve también empiezan a aumentar, que a futuro se convertirá en hm3 embalsados. Todavía nos podemos recuperar", expresó la jefa del SAIH Ebro. Según la Aemet, en un 80% de probabilidades el 2023 será un año entre normal y seco. "Hay que ser prudentes y trabajar con precaución", dijo. Asimismo, con las precipitaciones que tuvieron lugar en el Matarraña en noviembre "se recuperó bastante el embalse de Mequinenza en poco tiempo". A fecha de ayer, se sitúa a un 32% de su capacidad, con 490 hm3, muy lejos de la media de los últimos cinco años.

Las reservas de nieve, que pueden garantizar más agua para el futuro, tampoco están a un nivel alto en comparación con los últimos cinco años. Según el parte de la CHE, a fecha del lunes, el almacenamiento es de 424,7 hm3 en la Cuenca del Ebro, bajo en comparación con el último lustro. Las aportaciones -el volumen total de agua que ha llegado a los embalses o puntos de cierre de las cuencas nivales desde el inicio del año hidrológico- también son inferiores a la media, con 989,1 hectómetros cúbicos.

La reserva de agua embalsada en la Cuenca del Ebro es de 3.315 hectómetros cúbicos, el 42% de su capacidad total, a fecha de 19 de diciembre, frente al 63% de 2021.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión