El transporte público recobra en Aragón la demanda y la movilidad se hace más sostenible
Las líneas rurales de bus ya han recuperado casi el 85% de los viajeros previos a la covid y Renfe prevé lograrlo este año. El avión sigue castigado por las restricciones y en la capital se ha apostado por la bici y los patinetes, que crecen un 79%.
El transporte público retoma el pulso en Aragón tras el ‘annus horribilis’ de 2020, que hundió la demanda hasta límites desconocidos por culpa del confinamiento y las posteriores restricciones que han marcado la oferta. La demanda se recobra, aunque sea poco a poco, en las medias y largas distancias, pero el miedo al contagio ha cambiado en cierta forma la movilidad urbana, hasta el punto de volverse más sostenible. El tráfico de bicicletas y patinetes ha crecido más de un 79% en los carriles exclusivos de Zaragoza, mientras el tráfico privado de vehículos sigue por debajo de las cifras del año previo a la pandemia, el de 2019.
El transporte interurbano de autobús garantiza la permeabilidad en todo el territorio. Su recuperación ha sido más rápida que en el resto de modos, como lo constatan los datos del Gobierno de Aragón: las líneas registraban al cierre de 2021 casi un 85% de los usuarios que transportaban antes de la crisis sanitaria. "Es un porcentaje respetable y hay semanas que se ha superado el 100%", explicó el director general de Transportes, Gregorio Briz, quien destacó la inyección pública de 11,1 millones al sector entre 2020 y 2021 como compensación por las restricciones y las líneas de débil tráfico.
Los servicios regionales empezaron a ganar viajeros a finales de 2020 y desde el levantamiento del segundo estado de alarma, en mayo de 2021, se ha ido incrementado, pasando del 69% al 84% de los viajeros que transportaban de media semanal antes de la pandemia, en febrero de 2020. A ello contribuyó que se implantaran el 100% de los servicios establecidos en el mínimo concesional.
La secretaria general de la Asociación Empresarial de Transportes Interurbanos de Viajeros en Autobuses de Aragón (Aetiva), Rosa Cavero, trasladó sus dudas acerca de la vuelta del resto de viajeros. "Es difícil hacer previsiones a futuro, pero de momento la pandemia ha cambiado los hábitos de la sociedad: teletrabajo, educación a distancia, cierre constante y puntual de los principales lugares de ocio…", dijo.
El mayor impacto lo han sufrido en el transporte especial y discrecional, que incluye los autobuses escolares y laborales, con cifras cercanas al -59%. La situación ha acentuado la concentración de empresas y, según Cavero, la "alianza" con grupos de mayor envergadura para tener "más músculo" les ha permitido "salvar" la actual crisis.
El ferrocarril se ha enfrentado a otro reto, la irrupción de la competencia tras 80 años de monopolio de Renfe, en plena pandemia con la llegada de Ouigo al AVE Madrid-Barcelona hace ocho meses. La empresa pública le fue a la zaga y lanzó en junio su tren de bajo coste, el Avlo, que ha abierto la alta velocidad "a las familias y a un público más joven", como destacan las dos compañías. De hecho, los trenes viajan prácticamente llenos, lo que demuestra que hay menos miedo a viajar cuando la oferta es atractiva.
La recuperación del ferrocarril
Fuentes oficiales de Renfe indicaron que 2022 será el año de la recuperación, también en los regionales de Aragón, que acabaron 2020 con solo 830.000 usuarios y el año pasado lograron ya 1,26 millones de pasajeros, un 74% de los que transportaban en 2019. Esta recuperación ha ido de la mano de la incorporación progresiva de los servicios suspendidos, que se prestarán al 100% a mediados de ejercicio. "Encaramos el año con optimismo", indicaron antes de explicar que el público no se está beneficiando tanto de precios reducidos por venta anticipada porque con la covid la mayoría prefiere comprar los billetes con muy poca antelación.
La aviación lleva su propio ritmo y aún tardará en recuperarse, dado que depende mucho de las restricciones impuestas por cada país. Si en noviembre se retomó la oferta previa a la pandemia en el aeropuerto de Zaragoza, incluso con una nueva ruta internacional, la de Viena, los recortes se retomaron de nuevo en diciembre con la suspensión de la ruta de Marrakech, que se amplió en enero con las de Bolonia y Palma de Ryanair y la de Gran Canaria de Vueling. Todo lo contrario vive el tráfico de mercancías, que gracias a la recuperación económica ha batido otro récord al rozar las 200.000 toneladas en 2021
"En la actualidad, es difícil saber cuándo se va a poder volver a los estándares de antes de la pandemia. No hay nada definitivo y las compañías reprograman constantemente", explicó el director del aeropuerto, Marcos Díaz.
Las suspensiones provocaron que se acabara el año pasado con 278.453 viajeros, un 61,6% más que en 2020, en el que se tocó suelo, pero un 40,5% menos que en 2019. Eso sí, en las dos comparaciones anuales ha mejorado la media nacional, del 57,7% y del -56,4%, respectivamente. "Con las frecuencias que tenemos, si la ocupación de los aviones fuera similar a las de la prepandemia, estaríamos en cifras muy superiores a las de años anteriores. Hay que esperar a que se termine de recuperar el mercado, que las ocupaciones suban y que las compañías sigan apostando por Zaragoza", añadió.
![PATINETES ELECTRICOS CIRCULANDO POR ZARAGOZA / 21/12/2018 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]] [[[HA ARCHIVO]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_640_auto/uploads/imagenes/2020/02/18/patinetes-electricos-33871621.jpeg)
La covid también parece haber acelerado la apuesta por la movilidad sostenible en Zaragoza, tal vez porque está menos expuesta a contagios y, como explica la consejera de Servicios Públicos, Natalia Chueca, la ciudad es perfecta al ser compacta. La realidad es que los carriles bici han registrado un incremento de usuarios del 79,10%. Según los datos municipales, se estima que en bici se hacen ya 66.530 viajes diarios y en patinete, otros 15.022.
La apuesta es clara, porque el tráfico privado no solo se ha disparado en los dos últimos años, sino que a estas alturas sigue entre un 5% y un 10% por debajo de los datos de 2019, "al contrario que el resto de grandes ciudades". Según Chueca, el modelo de ciudad permite ir a pie, como han hecho una parte de los viajeros que antes iban en bus y que ha motivado la formación de varios ‘focus group’ para disponer de un "buen diagnóstico" para luego tomar medidas para intentar recuperar viajeros.
La caída del transporte público, sumando tanto los autobuses urbanos como el tranvía, continúa siendo acentuada, ya que el año pasado se cerró con un 70% de la demanda previa a la pandemia y para este ejercicio se espera únicamente ganar un 5% adicional, pese a que la oferta se mantendrá y, con ello, el agujero económico.
