alimentación
El arte de hacer helados se cultiva en Bierge
Aitor Otín y María José Oliván elaboran más de cien variedades de helado artesanal en su obrador Elarte y han recibido el Premio Huesca Alimentaria 2021.
Aitor Otín y María José Oliván abrieron un restaurante en Bierge en 2002. Todo iba como la seda hasta que, en 2008, con la llegada de la crisis, el negocio empezó a caer. Lejos de darse por vencidos, Aitor y María José se pusieron manos a la obra para reflotar su proyecto. Empezaron a pensar ideas nuevas y así fue como se les ocurrió elaborar helados. Pero lo que comenzó de forma más o menos casual pronto se convirtió en una de las elaboraciones favoritas de sus clientes, así que decidieron transformar su actividad y, en 2011, abrieron su propio obrador heladería en la misma localidad oscense, dando inicio a la andadura de Helados Elarte. Ahora, además del obrador, cuentan con dos tiendas ubicadas en Huesca y Jaca y crean helados de lo más creativos para distintos restaurantes. Además, sus elaboraciones han sido galardonadas con el Premio Huesca Alimentaria 2021 a la mejor empresa.
El éxito de sus creaciones tiene mucho que ver con la materia prima y con una elaboración cien por cien artesanal. Todos sus helados son aptos para celíacos y cuentan con ingredientes totalmente naturales, sin aditivos, algunos de ellos, como las fresas, las frambuesas, los tomates o las zanahorias, son cultivados en su propio huerto, en una apuesta clara por el producto de cercanía.
"El helado es muy sencillo y cuanta mejor materia prima tengas, el resultado es mejor. También está la técnica de hacerlo, pero lo que más se nota es la materia prima, y nosotros somos defensores de la materia prima de cercanía. Qué mejor que nuestros tomates, fresas y otros productos como yogures, vinos, aceites y frutas como melocotón o frambuesa de Pineta. Nosotros, el producto cercano lo defendemos a muerte porque al cliente final también le gusta probar ese helado de productos que conoce, es un aliciente", señala Aitor Otín, fundador de Helados Elarte.
En su obrador crean más de cien variedades distintas de helado, desde los sabores más tradicionales, como la vainilla, el chocolate o el limón, hasta los más innovadores, como el de requesón de Sieso con miel o el de vino blanco de Viñas del Vero. Además, algunos de los sabores más creativos están enfocados especialmente a la restauración, como acompañantes de otras elaboraciones. "Los helados que más sorprenden son los dedicados a la hostelería, porque allí entra dentro del conjunto del plato. Por ejemplo, el de sorbete de pimiento asado, el de mostaza antigua, el de sorbete de olivas con anchoas, el de ajo blanco, gazpacho, tomate, mejillones en escabeche... cosas que no tiene sentido comerte en cucurucho, pero sí en un plato de restaurante", detalla Aitor Otín.
La elaboración artesanal es otro de los pilares de Helados Elarte y, por ello, todos estos ingredientes de cercanía son trabajados con mucho mimo en su obrador a los pies de la Sierra de Guara. Allí, además de los helados, preparan otros productos de repostería como brownies, bizcochos o gofres para satisfacer las necesidades de sus clientes los 365 días del año.
Su creatividad y trabajo artesanal no solo les ha valido el reconocimiento de sus clientes, sino también el de la Asociación Agroalimentarios de Huesca, que les ha concedido el Premio Huesca Alimentaria 2021 a la mejor empresa, un galardón que han recibido con mucha ilusión, tal y como apunta Aitor Otín: "Hace diez años no habíamos empezado ni siquiera con esto y que diez años después te den un premio así y, sobre todo, que te lo dé la gente que está como tú en el sector y sabe lo que es empezar de cero y luchar por un producto tiene más sentido, porque te lo da la gente que sabe lo que cuesta".
