De pueblo a pueblo: las carreteras rectas más largas de Aragón

Aragón está compuesto de 731 municipios interconectados a través de la Red de Carreteras del Estado. Vías que, con el paso de los años, se han ido adaptando a los cambios y mejorando sus prestaciones. No obstante, todavía existen zonas donde queda mucho camino por recorrer en este aspecto, ya que algunas se encuentran en estado de deterioro. Esto es más frecuente en vías nacionales, donde hay que extremar las precauciones, sobre todo en las carreteras de doble sentido, en las que los adelantamientos conllevan más peligro todavía.

Sirva de pretexto esta última recomendación para poner en relieve las carreteras rectas más largas de la comunidad, que son varias, y en cuyo asfalto se tiende a pisar de más el acelerador. Aunque Aragón es tierra de montaña, con los Pirineos al norte, la Sierra del Moncayo al este y, a partir de ahí, el Sistema Ibérico invadiendo el sur de la región, las llanuras también imponen su ley, perfilándose a lo largo y ancho de la Depresión del Ebro. Es en esta zona del mapa, aunque también reúne una orografía prominente, es donde más carreteras rectas podemos encontrar.

Las rectas más largas de Aragón

Una de las rectas más famosas de nuestra comunidad, sorprendente para todo aquel que pasa de nuevas por allí, apreciada por los habituales y guía hasta uno de los pueblos viejos añorados de la zona, es la carretera que conecta Mediana de Aragón con Belchite. Unos 16 kilómetros de vía recta, que se abre espacio entre la extensa estepa de la comarca belchitana. Se trata de la A-222, conexión directa entre Zaragoza y las Cuencas Mineras, en la que también podemos destacar su marcada pendiente.

Más larga que la anterior, conectando dos localidades importantes con una distancia de 20 kilómetros entre ellas, es la recta que se descubre entre La Almunia de Doña Godina y Cariñena. Un seguro en la frontera de las comarcas de Valdejalón y Campo de Cariñena, que arranca en llanura, en las últimas -o primeras- casas de Cariñena, y finaliza a los pies de la Sierra del Moncayo. Hablamos de de la vía entre los cruces de la A-2 y la A-23.

De doble dirección y reconocida peligrosidad, es la carretera recta, extensa, inacabable, que recorre la separación entre Ejea de los Caballeros y Sádaba. Es la A-127, también de unos 20 kilómetros de extensión. A diferencia del componente geográfico de la carretera anterior, en esta zona es característica su llanura, situación que facilita la construcción de la recta. Sin duda, uno de los trayectos de asfalto más pisados a lo largo de la historia en el territorio de las Cinco Villas, con el inexpugnable Castillo de Sádaba como principal vigía.

A-127 entre Ejea de los Caballeros y Sádaba.

Otras rectas destacadas en Aragón

La provincia de Huesca reúne una serie de rectas dignas de destacar. Una de ellas es la que liga los municipios de Huesca y Plasencia del Monte. Otros 20 kilómetros de recta, donde apenas se percibe alguna ligera sinuosidad, brindada por A-123 que gobierna parte de La Hoya de Huesca. Más al sur, las localidades de Grañén y Tramaced también están separadas por una recta (A-1216) de unos 7 kilómetros de largo. En la provincia oscense, con una distancia similar al caso anterior, Esplús y Binéfar (A-1239) también andan distanciados por una carretera recta. Calatorao - Alfamén (A-1304) de 13 kilómetros; Altorricón - Tamarite de Litera (A-1240) de 8 kilómetros; o Alfajarín - Villafranca de Ebro (N-II) de 7 kilómetros son otras rectas que podemos subrayar en el mapa aragonés.

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