La demolición del pabellón de Filología

Aunque los trabajos de derribo han arrancado con cierto retraso, se mantienen los plazos pactados para su puesta en marcha. La construcción estará lista en 36 meses y los alumnos podrán estrenarla dentro de cuatro cursos.

Comienza la demolición del pabellón de Filología en la Universidad de Zaragoza

Una retroexcavadora ha comenzado este jueves a demoler el tejado y los forjados del pabellón del viejo edificio de Filología de la Universidad de Zaragoza. Comienzan así de forma visible unas obras reivindicadas durante años por la comunidad educativa del campus público que concluirán en 36 meses con la construcción de un edificio ecológico y sostenible que los estudiantes no podrán estrenar hasta dentro de cuatro cursos, ya que por lo menos se prevé un año para su acondicionamiento y para llevar a cabo un traslado que no perjudique a la marcha de las clases.

Estos son los plazos que confirmado el rector de la entidad académica, José Antonio Mayoral, quien ha asistido al inicio de los trabajos junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, y a la consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría.

La demolición del pabellón se prolongará durante tres meses y en el solar que quede libre se levantará un moderno edificio departamental que se destinará, básicamente, a “despachos de los profesores, algunos de los seminarios y aulas más pequeñas”. Aunque el derribo de estos inmuebles ha empezado con cierto retraso, esta demora inicial no va a afectar al conjunto de la obra. La construcción del nuevo inmueble, la rehabilitación del conjunto histórico y la urbanización del entorno costará 19 millones de euros.

Las autoridades que han asistido a esta jornada han recorrido, con casco y chaleco reflectante como marcan las normas de seguridad, una parte de las estancias en las que ya se está acumulando y acopiando material. El itinerario ha comenzado en el antiguo vestíbulo de entrada, donde todavía puede contemplarse el histórico mural cerámico de los años 70 de Ángel Grávalos, de reconocido valor cultural, que se restaurará y colocará en la futura facultad. El artista y un restaurador visitarán este viernes la obra artística para determinar junto a los responsables de la actuación cómo se va a desmontar y rehabilitar.

Unos trabajos y una facultad igual de sostenibles

Además de felicitarse por el inicio de unos trabajos que darán paso a una nueva facultad “relevante y señera” del campus, el rector ha destacado que las tareas, al igual que las instalaciones finales, responden a un principio de “sostenibilidad” y “economía circular” en el que los materias primeras se reutilizan lo máximo posible y los edificios “no se derriban de fuera a dentro, sino de dentro a fuera”.

Galería:Adis al viejo pabelln de Filologa

La Unión Temporal de Empresas (UTE) Facultad de Filosofía, formada por las empresas FCC Construcción S.A., FCC infraestructuras energéticas, constructora pirenaica Copisa y EASA-Estructuras Aragón, comenzó ya en noviembre con la recogida, clasificación y retirada de los distintos materiales del interior de los inmuebles. En el pabellón de Filología ya se han retirado más de 40 toneladas de papel y se esperan extraer otras 40 más. También se separarán más de 600 toneladas de metal y unos 3.200 metros cúbicos de madera.

Esta semana también ha comenzado la recogida del vidrio de las ventanas y del aluminio de las mismas. La clasificación de los distintos elementos ha sido tan exhaustivo para minimizar el impacto ambiental que hasta se separan los fluorescentes de las lámparas diferenciando su gestión a través de las correspondientes empresas autorizadas.

El proyecto de ejecución ha definido medidas específicas de reutilización de materiales existentes en el edificio original que se han integrado en la propio obra. Por ejemplo se van a emplear 1.700 metros cuadrados de teja, 53 puertas originales del pabellón de Geografía, 232 metros cuadrados de piedra de Calatorao, 52 metros cuadrados de pavimento de teselas y casi 5.000 metros cúbicos de tierra.

Antes del comienzo de las tareas, la Universidad ya reubicó y reutilizó gran parte del mobiliario en distintas dependencias del propio campus. Además, mediante la colaboración con la Fundación Dónalo, hasta 616 enseres que no pudieron ser reubicados se donaron a 13 oenegés, asociaciones y ayuntamientos de toda España.

También se ha procedido a la tala y trasplante de las especies afectadas por la intervención, dando así cumplimiento al proyecto aprobado por el Ayuntamiento de Zaragoza. La nueva construcción de la Facultad de Filosofía y Letras se situará a la vanguardia de la eficiencia energética y también garantizará un hábitat saludable al usuario.

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