De la Serna acusa a Podemos de bloquear el AVE entre Zaragoza, Navarra y País Vasco

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, denunció ayer un intento de boicot por parte de Podemos y el resto de socios de Geroa Bai a la línea de alta velocidad que debería unir Aragón, Navarra y País Vasco antes de 2024. El ministro acusó en el Congreso a esas formaciones de bloquear el tramo navarro de la infraestructura y anunció que, ante esta situación, el Ministerio asumirá el control total sobre la construcción nueva línea del AVE. Hasta ahora, estaba cedida en el tramo navarro a su gobierno autonómico. "Vamos a iniciar la revocación de ese convenio y vamos a asumir la gestión de la alta velocidad", afirmó De la Serna en el Congreso.

El ministro de Fomento explicó durante su intervención que los partidos que respaldan a Geroa Bai en Navarra ­–Podemos, Bildu y Izquierda Esquerra– han dejado bien claro que no van a permitir que haya una partida para el AVE en el presupuesto navarro del próximo año. "Si no se coloca ni un euro, difícilmente se puede llevar a cabo el convenio suscrito", justificó para explicar después su decisión de revocar ese acuerdo.

El convenio, que se remonta a 2010, se firmó con el objetivo de agilizar la construcción del tramo navarro, de modo que el Gobierno foral asumía la gestión y Fomento aportaba la financiación. Sin embargo, solo se ha llegado a construir la plataforma de la vía entre Castejón y Villafranca, lo que supone 14,7 kilómetros de los 214 que suma el corredor, de Zaragoza hasta el límite con el País Vasco. "Se han ido incumpliendo los plazos que teníamos", afirmó De la Serna.

"Por el interés general"

El ministro argumentó en el Congreso que la decisión de revocar el convenio con el Gobierno navarro tiene que ver "con el interés general y con la defensa del tren de alta velocidad", puesto que se trata de una infraestructura "competitiva".

La intervención del ministro de la Serna sobre el corredor entre Zaragoza, Castejón, Pamplona y la llamada ‘Y vasca’ fue a instancias del diputado de UPN Íñigo Alli, que reclamó apoyo en los Presupuestos Generales del Estado. "Tristemente, el actual Gobierno foral sigue anclado en la época del botijo y el carromato", dijo en diputado navarro.

Justo antes de esta pregunta, De la Serna fue interpelado por un diputado de Podemos de Murcia, en el que le exigía al Gobierno celeridad para que llegue el AVE a la Comunidad levantina. El ministro aprovechó la contradicción de Podemos respecto a su posición con el AVE. "No sé lo que ustedes quieren en Podemos, porque voy a Murcia y les veo efectivamente al frente de la pancarta y de la manifestación para que llegue la alta velocidad y se haga el soterramiento; voy a Pamplona y les veo al frente de la manifestación delante de la pancarta para que no se haga el tren de alta velocidad y no se haga ninguna actuación ferroviaria", argumentó. Hay que recordar que en Pamplona hay cierta tradición de partidos contra grandes obras, como ya sucedió con el pantano de Itoiz.

Una inversión de 890 millones

El anuncio del ministro asegura una inversión que, según los últimos cálculos oficiales, asciende a 890,31 millones solo en el tramo navarro, desde Castejón hasta el límite con el País Vasco. A este importe habría que añadir la factura del sector aragonés, que dependerá de la solución técnica que decida el Ministerio tras los sucesivos cambios. En la época del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero se pretendía ejecutar un trazado de altas prestaciones, valorado en 470 millones, aunque luego se rebajaron las pretensiones y con ello el coste a los 151 millones. Y ahora el ministro está decidido a recuperar la vieja idea de hacer todo el corredor de alta velocidad.

Para hacer realidad sus planes, Fomento va a solicitar a Navarra que le remita los proyectos de los dos subtramos entre Villafranca y Olite con el fin de cumplir el compromiso de licitar las obras antes de acabe el ejercicio.

El problema reside en el diseño del corredor entre Pamplona y la Y vasca, cuyo estudio informativo sigue atascado y pendiente de pactar una solución entre los gobiernos central y navarro. El Ejecutivo foral quiere avanzar, pero sus socios se oponen de plano a todo lo que esté relacionado con esta infraestructura.