Tres trucos para cortar cebollas sin soltar ni una lágrima

Pocos son los que consiguen no llorar cuando empiezan a picar esta delicia de la huerta que cuenta con tantos defensores como detractores en la mesa.

El ácido sulfénico es el responsable de las lágrimas que se nos caen al cortar cebolla.
El ácido sulfénico es el responsable de las lágrimas que se nos caen al cortar cebolla.
Pixabay

Fiel acompañante de un sinfín de preparaciones, la cebolla es uno de los vegetales más sabrosos de la despensa. Además, está sujeta a diversas preparaciones, saladas y dulces, que hacen las delicias de todos los que disfrutan de su presencia en la mesa. Sin embargo, esta compañera indiscutible de numerosas recetas tiene un efecto secundario que, por algunos instantes, consigue que olvides lo buena que está en el plato: un molesto picor de ojos que precede a un lagrimeo descontrolado que acaba alejándonos de nuestro objetivo, que es picarla y cocinarla.

¿Cómo puedo dejar de llorar al cortar cebollas?

Agua. Son diversas las maneras en las que puede utilizarse el agua para evitar llorar con la cebolla. Por ejemplo, si después de quitarle la capa marrón se pone entera debajo del grifo y se deja correr el agua se puede conseguir que los gases de la cebolla tarden más en liberarse y, por tanto, tardemos más en notar ese característico picor de ojos. También se puede colocar una olla hirviendo cerca del lugar donde se corta la cebolla y abrir la campana extractora para que el vapor disipe los gases, o ir mojando el cuchillo en agua a cada corte que se hace.  Gafas de bucear. Quizá parezca un remedio un poco excesivo utilizar este objeto para ver debajo del agua en la cocina, pero lo cierto es que impiden que los gases que sueltan las cebollas al cortarlas entren en contacto con los ojos y los irriten. Igual compensa sentirse un poco ridículo ante los fogones si no se suelta lágrima al cocinar. El cuchillo, bien afilado. Cuando se utiliza un cuchillo de sierra para picar la cebolla se consigue que la fricción entre objeto y producto sea mucho mayor, de tal manera que se libera mayor cantidad de ácido sulfénico, el causante de la melancolía que sentimos al cortarla. Por eso, hay que utilizar siempre un cuchillo liso y muy afilado, ya que nos facilitará mucho la tarea. Además, si se frota el filo del cuchillo -previamente enfriado en el congelador durante unos minutos- y la tabla con medio limón se evitará el picor de ojos. - Ir al suplemento de gastronomía

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión