Teatro Arbolé: "Somos una fábrica de sueños que cada fin de semana ofrece ocio inteligente»

Más de 40 años programando funciones, más de 300 actividades en cada curso y más de 100 niños y niñas formándose en su escuela de teatro, muchos de ellos con una prometedora carrera en el mundo de la interpretación. Son solo cifras, pero dan idea del lujo que implica contar con Teatro Arbolé en la capital aragonesa. De hecho, Esteban Villarocha, uno de sus tres fundadores, deja claro que son pocas las ciudades españolas que pueden presumir de tener un teatro dirigido especialmente a la infancia. Concretamente al público de entre 3 y 6 años de edad, el grueso que acude a la sala del parque del Agua.

Reciben este premio Artes & Letras por su brillante y dilatada trayectoria como compañía de títeres, pero también por la historia que acompaña a su personaje principal, Pelegrín, que celebra su 40 aniversario: "Lo recogimos del Camino de Santiago y lo trajimos a la ribera del Ebro –explica Villarocha–. Es el títere popular, el de Cachiporra, el caballero de los Monegros, que resuelve los conflictos a cachiporrazos, pero que no es violento, solo quiere que entren las buenas ideas en las cabezas". Y añade: "Hay mucha gente que necesita que le entren esas buenas ideas".

Pelegrín ha viajado por todas partes, es un personaje popular e internacional. El fundador de teatro dice que "es primo hermano de Guiñol, en Francia; Cristobita, en España; Polinichela, en Italia; o Casper, en Alemania; –y aclara– es un muñeco pendenciero y gamberro, además de aragonés". Asegura que a los niños les encanta porque representa ese mundo fronterizo entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira, lo que lo convierte en todo un héroe.

En Teatro Arbolé hacen teatro con la palabra y se autodefinen como "una fábrica de sueños que cada fin de semana ofrece ocio inteligente". No son ajenos al paso del tiempo y al cambio en los intereses de su público. Villarrocha afirma que "nuestro enemigo como sociedad son las pantallas, por eso no se puede dejar morir el espectáculo en vivo".

También se dirigen al público adulto, que supone el 20% de su producción teatral. Por su sala ha pasado gente de la talla de José Sacristán o Héctor Alterio, entre otras muchas figuras, además de compañías de altísimo nivel.

Su objetivo es continuar trabajando y fabricando sueños el mayor tiempo posible. Incluso más allá de nuestras fronteras, en América Latina, de donde beben para organizar su Festival Iberoamericano de Teatro para Niños, que celebran cada mes de septiembre.