El pueblo de Aragón conocido como 'la novia del Ebro' que tiene un paisaje único en Europa
Este municipio de Zaragoza de 531 habitantes se asienta sobre una terraza natural que conforma un bonito mirador y un lugar ideal para relajarse y desconectar en un entorno tranquilo.
Aragón esconde paisajes únicos. Nuestra comunidad es un paraíso para los amantes de la naturaleza que vienen en busca de lugares de lo más excepcionales. Aquí puedes disfrutar de parajes naturales de lo más atractivos en cualquier época del año: en invierno con verdaderas postales nevadas, en otoño con los mantos de hojas, en primavera con explosiones de colores y en verano con oasis ideales para el calor. Pero además de los paisajes, el territorio aragonés está salpicado por infinidad de pueblos curiosos y bonitos repartidos en Zaragoza, Huesca y Teruel a los que merece la pena hacer una visita.
Muchos rincones de Aragón destacan por los variopintos paisajes que nos descubren, verdaderos tesoros que merece la pena conocer y que se encuentran muy cerca de Zaragoza, como este pueblo de la provincia que esconde un paisaje único en Europa.
Qué ver en Chiprana, un curioso pueblo de Zaragoza
Asentada sobre una terraza natural, a modo de mirador, se encuentra una bonita localidad de Zaragoza que tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. Este municipio de la Comarca Bajo Aragón-Caspe cuenta con 531 habitantes y un espectacular paisaje que le ha llevado a ganarse el título de 'la novia del Ebro' entre sus vecinos.
Su casco urbano está dominado por la monumental Iglesia gótica de San Juan Bautista, cuyo interior alberga bellas pinturas mudéjares del siglo XVI y un techo de madera del mismo estilo. Pasear por sus calles nos descubre rincones y tesoros antiguos como los restos del mausoleo romano del siglo II d.C., hoy reconvertido en la ermita de la Consolación.
Aquí también destacan los peirones, pequeños monumentos recordatorio característicos de la arquitectura aragonesa que se ubican en lugares estratégicos de las localidades de la comunidad. En este pueblo zaragozano se encuentra el más futurista: el peirón de Santa Bárbara, diseñado por Carlos Bressel y decorado con la cerámica producida por el taller de la Escuela de Muel.
Pero la joya de Chiprana es, sin duda, su entorno natural, que nos descubre dos enclaves muy relevantes: el embalse del Mar de Aragón, ideal para practicar la pesca y todo tipo de deportes náuticos; y las famosas 'saladas', uno de los paisajes más singulares de Europa occidental.
La Reserva Natural de las Saladas de Chiprana es un ecosistema natural único formado por un conjunto de lagunas endorreicas con alto nivel de salinidad que se ubica en pleno centro de la depresión del Ebro. Esta reserva natural comprende las saladas Grande y de Roces, otras masas más pequeñas y transformadas por el regadío, la estanca de Chiprana y la Foya de San Blas; y varias cubetas colmatadas por carrizales, el Prado del Farol y la salada de San Marcos.
La Salada Grande alcanza los cinco metros de profundidad y es la única laguna endorreica de aguas salinas permanentes y profundas de Europa Occidental, todo un tesoro en la provincia de Zaragoza. Para los amantes del senderismo, merece la pena recorrer la ruta que rodea esta salada.
Dónde comer en Chiprana
El Restaurante Cafetería El Mirador es un buen lugar para comer en este pueblo de Zaragoza y se encuentra en la calle Codinas, 56.
Cómo llegar a Chiprana, en Zaragoza
Para llegar a Chiprana desde Zaragoza capital hay que tomar la N-232 en un trayecto de una hora y 20 minutos en coche. Mientras que para llegar desde Huesca hay que tomar la A-131 y la A-230 en un trayecto de una hora y 40 minutos.
