El pueblo abandonado de Zaragoza que destaca por sus espectaculares ruinas

Esta aldea de las Cinco Villas se sitúa en un entorno privilegiado y es parte del tramo aragonés del Camino de Santiago Francés y su restauración ha revolucionado la arquitectura.

Esta aldea abandonada de Zaragoza parece el escenario de una película apocalíptica
Esta aldea abandonada de Zaragoza parece el escenario de una película apocalíptica
Laura Uranga

La construcción del embalse de Yesa en 1960 surgió de la necesidad de abastecer las zonas del sur de Navarra y la Comarca de las Cinco Villas de Zaragoza. Esto provocó que alrededor de 1.500 vecinos tuvieran que abandonar sus casas porque quedaron hundidas bajo el agua, y los pueblos de Escó, Tiermas y Ruesta quedaron abandonados. Cada uno de ellos es interesante a su manera y, al igual que sucede con otros lugares de Aragón, descubrirlos es todo un lujo, tanto por los tesoros arquitectónicos que esconden como por los entornos naturales de los que están rodeados.

Aragón es una comunidad que alberga muchos rincones curiosos y algo desconocidos, y este precioso pueblo fronterizo abandonado es uno de esos que merece la pena acercarse a visitar. 

Qué ver en Ruesta, un encantador pueblo en ruinas

El Camino de Santiago, además de fe, constituye también una experiencia cultural, turística y deportiva que realizan personas de todo tipo de intereses y gustos. Los pueblos que forman parte del tramo aragonés de la Ruta Jacobea ofrecen unos paisajes de belleza incalculable y merecen mucho la pena visitar. Uno de ellos es esta localidad abandonada perteneciente al término municipal de Urriés, en la Comarca de las Cinco Villas, partido judicial de Ejea de los Caballeros.

Ruesta es uno de esos lugares que cuando los visitas hace que pierdas la noción del tiempo entre sus ruinas. Tuvo que ser abandonado en 1962 a causa de la inundación de sus tierras de cultivo por la construcción del embalse de Yesa y a día de hoy está comenzando a renacer. Esto es gracias a Sebastián Arquitectos, la firma de arquitectura que lidera Sergio Sebastián, mediante una iniciativa de la Confederación Hidrográfica del Ebro y del Gobierno de Aragón: en 2017 comenzaron a desarrollar acciones para restaurar ermitas y el núcleo urbano, por donde pasa el Camino de Santiago francés. 

Ruesta, el rescate que no quiere acabar muerto en la orilla

Hoy en el pueblo hay un albergue que se encuentra en dos antiguas casonas rehabilitadas, Casa Valentín y Casa Alfonso, y da alojamiento a peregrinos y viajeros. No obstante, no es lo único que podemos encontrar en Ruestas, ya que sobresalen los restos de su castillo, que fue una antigua fortaleza musulmana. Está compuesta por dos torres unidas por un alto lienzo de muralla y otra ya muy derruida, que estaban protegidas por un cerco amurallado con solo uno de los lados en pie. A la salida del pueblo encontramos la ermita de Santiago, que data del siglo XI, y en los siglos medievales ya era un albergue de peregrinos.

Este pueblo abandonado, que parece escenario de una película apocalíptica, se ubica a orillas del río Aragón y de su afluente, el río Regal, así como por el Barranco de Chesa, junto al embalse de Yesa, conocido como “el mar del Pirineo”. Cerca de Ruestas y el embalse, además, hay diversos lugares de interés como el monasterio de Leyre, el castillo de Javier, el Valle de Roncal o las foces de Lumbier que hacen del embalse un entorno de interés turístico y natural.

Cómo llegar a Ruestas, en Zaragoza

Para llegar a Ruestas desde Zaragoza hay que tomar la A-127 en un trayecto de unas dos horas y 10 minutos en coche. Mientras que para llegar desde Huesca hay que tomar la A-132 y se tarda una hora y 40 minutos, aproximadamente.

Apúntate a la newsletter de turismo y recibe en tu correo una selección de propuestas para viajar y descubrir la comunidad aragonesa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión