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Rutas botánicas para disfrutar de la primavera en Aragón

La explosión de la naturaleza ha llegado y en la Comunidad hay entornos privilegiados para respirar aire puro y relajarse.

Ruta botánica ‘La naturaleza cultivada’, en La Almunia
Ruta botánica ‘La naturaleza cultivada’, en La Almunia
Ayuntamiento La Almunia

La primavera está en plena ebullición y en Aragón hay muchos entornos privilegiados para poder respirar aire puro y disfrutar de un plan en la naturaleza. En las tres provincias hay bosques e incluso rutas botánicas señalizadas que hacen más fácil tomar contacto con el medio ambiente en la época con más vegetación y color del año.

Es más, por su extensión y la diversidad de ecosistemas y altitudes, Aragón puede presumir de una vegetación rica y diversa. Estas cualidades hacen, además, que haya especies endémicas, es decir que solo crecen en tierras aragonesas. Para promocionar esta riqueza, comarcas, municipios y espacios naturales protegidos han diseñado senderos que acercan al visitante a la flora autóctona de cada zona. 

Algunas de las rutas están señalizadas y otras no, pero suelen ser caminos accesibles. En cualquier caso, los expertos advierten que, antes de ponerse a caminar, hay que tener claro lo que no se puede hacer. El respeto por la naturaleza incluye no cortar flores ni arrancar plantas, prácticas que pueden incluso conllevar multas si se trata de especies protegidas.

Tres excursiones en la provincia de Teruel

En la provincia de Teruel hay al menos tres excursiones botánicas que se pueden hacer para disfrutar de la primavera. Entre Bea, Piedrahita y Loscos, en la comarca del Jiloca, hay una ruta que se distingue por ser una de las más ricas en singularidad. Se trata de un recorrido de tres horas sencillo, apto para todos los públicos. Está señalizado como sendero PR y cuenta con paneles informativos de cada paraje por el que se pasa. En el primer tramo se pueden ver cuatro árboles monumentales: la sabina de Bea, dos carrascas centenarias y el chopo cabecero de Piedrahita. En la zona también crecen flores singulares protegidas, como varias especies de orquídeas.

Otro paisaje singular donde los haya es de las turberas de Orihuela del Tremedal. También conocidos como tremedales, son ecosistemas únicos que se pueden recorrer a través de tres rutas:  la de Garganta Avellanos, la de Escampada y la de Los Ojos. Transcurren por terrenos húmedos, con especies como helechos y musgos, adaptadas al medio acuático.

La tercera propuesta está en la localidad minera de Andorra, donde se encuentra la ruta de Val de Molinos, un recorrido fácil que permite ver gran parte de la vegetación predominante en la comarca. Está señalizado y tiene mesas de interpretación para enriquecer el paseo. Destacan las plantas aromáticas y medicinales, como el tomillo o la autóctona hierba bandera, que se usaba para lavar heridas por sus propiedades antisépticas. También se pueden ver amapolas y malvas. Entre los árboles, hay carrascas, chopos, álamos, olivos o higueras.

Rutas botánicas en la provincia de Huesca

Aunque el Pirineo se asocie al invierno, al esquí y a los deportes de montaña, la cordillera aragonesa es una zona para disfrutar en cualquier época del año. En primavera, hay varias rutas especialmente recomendadas para pasar el día en la naturaleza. En el parque natural de Posets-Maladeta se encuentra el sendero botánico de Cuenca del Moral. Las señales comienzan en el prado situado a pocos metros del puente sobre el río Ésera y el recorrido termina en las inmediaciones de los Baños del Hospital. La ruta es variada ya que cruza por un bosque de pino negro y también discurre junto al Ésera, con matorrales de arándanos y flores como el martagón o los helechos.

El entorno de Sallent de Gállego ofrece dos propuestas botánicas sencillas. Una consiste en recorrer los alrededores del Monte Pacino en una ruta que atraviesa el hayedo conocido como Selva de Sallent. Durante el camino se encuentran plantas medicinales o alimenticias, como frambuesas. Si desde el municipio se toma dirección Francia, hacia la frontera, aparecen especies de alta montaña como orquídeas o la saxifraga oppositifolia, típica del Ártico y capaz de romper rocas.

En Biscarrués (Hoya de Huesca) se encuentra el sendero del río Gállego. Transcurre a orillas del cauce, con la vegetación típica ribereña. Está señalizado y lo custodian arces, olmos y chopos, entre otros árboles, algunos singulares, propios de estos ecosistemas. Destaca por su tamaño, con cinco metros de circunferencia, el sauce bautizado como Aspirino. Hay una ruta corta, de algo menos de seis kilómetros en la que se pueden ver 14 especies, y otra larga, de 9 kilómetros, con 21.

Chus Sanjuán en Plantaria
Imagen de archivo de Plantaria
Laura Uranga

Paseos primaverales en la provincia de Zaragoza

En lo que a flora se refiere, en la provincia de Zaragoza se pueden recorrer al menos cuatro rutas para un agradable paseo primaveral. Dos de estas excursiones transcurre por la comarca de Valdejalón. Una opción es la ruta entre la localidad de Alpartir y el convento de San Cristóbal, situado en un cerro. Además de las especies arbóreas propias del ecosistema mediterráneo, como lirios o tulipanes silvestres, hay un mirador que ofrece una panorámica de todo el valle del río Jalón. La otra alternativa es recorrer uno de los humedales más importante de Aragón, el paraje de Ojos de Pontil, situado a un kilómetro de la localidad de Rueda de Jalón. Cuenta con una extensión de seis hectáreas donde surgen manantiales de agua termal rodeados de juncos, lirios amarillos y otras especies propias de zonas húmedas. 

En esta misma comarca se encuentra una de las propuestas más recientes. Se trata de ‘La naturaleza cultivada', en La Almunia de Doña Godina, una innovadora ruta botánica en la que se han incorporado 20 paneles informativos con los árboles y plantas que se cultivan tradicionalmente en la localidad.

En Cosuenda (Campo de Cariñena) está el espacio Plantaria, un centro de interpretación botánica. Allí se puede encontrar información sobre la Sierra de Algairén, una de las zonas de mayor biodiversidad vegetal de la cordillera ibérica, con más de 700 especies. Destaca entre ellas la cerúlea pinnata, que solo crece en este lugar. La zona se puede recorrer en dos rutas sencillas, de unas dos horas y media de duración.

La Senda de la Sarda es una ruta circular que comienza en Undués-Pintano (Cinco Villas) y va en dirección norte. El paseo es en ascenso por una pendiente suave de la ladera sur de la sierra Peña Musera. En esta zona destaca la gran variedad de orquídeas y, en cuanto a los árboles, en la ladera sur crecen encinas y enebros, mientras que en la norte, el protagonista es el roble.

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