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Escalada en Aragón: diez paredes para disfrutar de todas sus modalidades
La Comunidad acoge en todas sus provincias numerosas vías para disfrutar de este deporte durante todos los días del año.
El calor ya esta aquí y los almendros en flor anuncian el regreso de los mejores meses para encaramarse a una vertical de piedra. Aunque el buen clima anima a muchos a practicar esta actividad, “en España tenemos la suerte de poder escalar todo el año”, recalca Lucas Cano, seleccionador de escalada de Aragón y director del centro de tecnificación.
Puede que la imagen de un aventurero durmiendo sobre el abismo frene a algunos a la hora de iniciarse en esta práctica deportiva, sin embargo “es algo que haces pocas veces”, solo “si vas a hacer una expedición o una pared muy larga”, aclara Cano. No obstante, mucho antes de protagonizar una de esas intrépidas instantáneas y sumarse al 'boom' de la escalada, será necesario dar unos primeros pasos
Como primera toma de contacto, según recomienda este experto, el rocódromo es “recomendable” para empezar a trepar. Y una vez que el principiante haya mejorado su forma física, “un curso de escalada deportiva donde te enseñen a usar las cuerdas o a asegurar a un compañero” es el paso a seguir.
Aragón es un territorio idóneo en el que dar el salto del plástico a la pared de piedra. Y es que se puede practicar escalada deportiva, clásica y búlder (escalada en paredes de menos de 8 metros sin seguro sobre una colchoneta) a todos los niveles, y en muchos puntos de la geografía de la Comunidad.
Las vías más comunes son las de escalada deportiva que, según Cano, es una modalidad que “tiene poco riesgo”. Esta vertiente, centrada en el rendimiento deportivo, se puede practicar en varias zonas de la Sierra de Guara como Vadiello, Alquézar o Rodellar; y en las inmediaciones Zaragoza en Foz de Zafrané y Calcena. Si se apuesta por el búlder, Teruel esconde en la Sierra de Albarracín, en palabras de Cano, “uno de los mejores sitios de Europa” para para practicar esta novedosa modalidad.
Tampoco son pocas las vías de escalada clásica, “la vertiente de aventura” que entraña más riesgo. El punto de encuentro para los adeptos a este tipo de escalada son las inmensas verticales de los Mallos de Riglos o en las zonas de Ordesa o de Peña Montañesa, en el Pirineo.
Esta pluralidad de recorridos y el entorno natural que los envuelve convierten a Aragón en un territorio de referencia que atrae a “escaladores de todo el mundo”, según asegura el seleccionador aragonés y que enamora a quienes practican este deporte.
Esta es una selección de zonas que propone el seleccionador de escalada de Aragón, Lucas Cano:
En la Sierra de Guara se encuentra un paraíso de roca caliza con más de 400 vías repartidas en 25 sectores de todas las orientaciones. Rodellar es un punto que lleva décadas marcado en el mapa de los amantes de la escalada y que acoge festivales de este deporte. Una de las paredes destacadas de esta zona es Mónica, una vía de escalada deportiva de nivel medio (7b) integrada en el sector Café Solo. Es recomendable escalarla durante el verano.
La Sierra de Guara también retumba en el ideario de los escaladores gracias a las más de 100 vías de piedra caliza repartidas en las inmediaciones de Alquezar. En este entorno destaca El quijote del Montañismo, una vía de escalada deportiva de alta dificultad (8a) que se ubica en el sector Cuevas y que está conformada por paredes de hasta 45 metros de altura. La época del año más recomendable para realizar este recorrido orientado hacia el sur es el invierno.
En los mallos de Vadiello -o ‘la catedral de la piedra’- se reúnen paredes de piedra caliza y conglomerado en las que los escaladores han abierto más de 240 vías. Es una escuela de escalada accesible durante todo el año, a excepción de los meses de verano debido a las altas temperaturas. Entre ellas destaca una vía especialmente difícil de escalada deportiva (sobre piedra caliza): Nowa, un 8c que solamente es accesible para escaladores de alto nivel. La primavera es la época más recomendada para realizar esta vía.
En el corazón del valle de Pineta hay varias zonas de escalada deportiva sobre roca caliza (tanto barrancos como Foz de la Canal como cumbres) a las que es recomendable acceder entre los meses de marzo y octubre. Una de estas rutas es Joe Bar Team de dificultad media (7c).
En la cara oculta del Moncayo, próxima a la localidad de Calcena, se encuentra una escuela de escalada con más de 350 vías abiertas en paredes de piedra caliza y conglomerado. Entre ellas, Los ojos de Elsa, una vía de escalada deportiva en un muro de conglomerado con buen agarre que requiere de cierto nivel (6b). No es recomendable escalarla durante el verano.
En la escuela de escalada de Foz de Zafrané, próxima a la capital aragonesa, están abiertas 257 vías de escalada deportiva en sus paredes de piedra caliza. No es recomendable acceder a esta zona durante los meses de verano debido a las altas temperaturas. En esta zona se puede acceder a la Superguía, una vía de escalada deportiva de dificultad media, integrada en el sector Jardín flotante de la famosa zona de escalada zaragozana.
La infinidad de paredes que guarda la Sierra de Albarracín se traducen en un amplio abanico de vías de búlder de todos los niveles. En el paraíso de esta vertiente de escalada se encuentran más de 1700 bloques de piedra arenosa. Y para los principiantes de este deporte destaca el Minigruyere, un 6a de baja dificultad. No es recomendable realizar esta vía en verano.
Las colosales paredes del reino de los mallos caracterizan esta emblemática zona de escalada. Vías de entre 200 y 300 metros de longitud en verticales de conglomerado se alternan con otras de menor tamaño en la cara sur. Un paraíso en el que practicar escalada deportiva pero también en el que disfrutar de la vertiente más aventurera del deporte. En esta línea, Zulú demente a la Visera es una escalada difícil, increíblemente desplomada, reservada para escaladores de alto nivel. Es recomendable acceder a esta vía durante el invierno.
En el corazón del parque natural se esconden paredes de piedra caliza todavía vírgenes donde practicar la vertiente más intrépida de este deporte. En esta zona destaca Ravier al Tozal del Mallo, la ascensión que en primavera de 1957 escribió la primera página de la historia de la escalada en el valle. Hoy es una emblemática vía de orientación sureste solo apta para los escaladores más experimentados. El tiempo estimado para su realización es de ocho horas. No es recomendable escalar esta vía durante los meses de frío por las condiciones climáticas del Pirineo.
En este emblema del Sobrarbe de roca caliza se esconden algunas de las paredes predilectas para los amantes de la escalada clásica y una gran variedad de vías de dificultad media de escalada deportiva. No es recomendable acceder a esta escuela durante los meses de frío. En esta zona se puede acceder a la vía Los enamorados, un 8a que entraña gran complejidad técnica y que solo es apta para los escaladores más experimentados.
