La asamblea de Teruel Existe reúne apenas a 40 personas

La coordinadora Teruel Existe celebró ayer una asamblea ciudadana con menos público del esperado. Apenas 40 personas acudieron a la convocatoria, que tenía por objetivo dar a conocer los incumplimientos del Gobierno central con la provincia -principalmente en materia de infraestructuras de comunicación- y valorar posibles medidas de protesta.

Los portavoces de Teruel Existe Enrique Marín y Ramón Perales explicaron a los asistentes cómo, sin ninguna razón aparente, permanecen sin ejecutar desde hace años proyectos de vital importancia para el territorio turolense y ello a pesar de que los sucesivos Presupuestos Generales del Estado (PGE) recogen partidas específicas, eso sí, de escasa cuantía.

Para Teruel Existe, el más claro ejemplo del “abandono” de los partidos gobernantes con la provincia es la mejora del tramo de la N-232 (Santander-Vinaroz) entre Ráfales y el Límite Provincial de Castellón, que está sin concluir desde hace 21 años.

La coordinadora denunció que tampoco se han construido las variantes de la N-420 entre Teruel y Alcañiz, prometidas desde 2006, ni se ha conseguido que los trenes cubran el recorrido entre Teruel y Zaragoza en cincuenta minutos. “Salvo la autovía Mudéjar, en Teruel no se ha hecho nada más”, protestó Marín.

Aunque escaso, el público se mostró muy participativo y propuso algunas medidas de presión para llevar a cabo en protesta por la falta de inversiones en la provincia. Muchos de los asistentes, según destacó otro de los portavoces, Manolo García, agradecieron a la plataforma que mantenga viva “la llama de la reivindicación”, “y ello aunque seamos poca gente”, añadió García.

Una de las propuestas que partió del público es que la ciudadanía se abstenga de votar en las próximas elecciones generales, por entender que ninguno de los partidos gobernantes ha tratado bien a Teruel. “He venido a enterarme de cómo están los presupuestos, pero creo que algo habrá que hacer para que Teruel prospere”, señaló una joven estudiante, Carla Beltrán.

Otra de las medidas que se valoró es realizar una marcha de tres días por la provincia, de Castelnou a Libros y del Jiloca a Ráfales. La protesta dibujaría una cruz en Teruel denunciando que el territorio ha sido tachado.