QUINTO

Vaquillas, caza de codornices y charanga de la escoba en Quinto

Fiestas de Santa Ana, del 17 al 30 de julio.

Los cazadores de la localidad fueron los más madrugadores ayer, porque a las 7.00 ya estaban preparados para la muestra de perros con codornices. El primer premiado ganó un ternasco; el segundo, un jamón y el tercero, tres cajas de cartuchos. El concurso estuvo organizado por la Armería Andreu, que donó 100 euros en material deportivo de caza.


A las 10.00 los quintanos se divirtieron con la charanga El Pilar en la diana por el pueblo. Y a las 11.30, la suelta de vaquillas por la calle de Zaragoza estuvo protagonizada por una de las primeras vacas, que se puso a dos patas en la ventana de una casa cercana. Esta anécdota aumentó la emoción de los participantes en el encierro, sobre todo de los más pequeños. Las reses pertenecían a la ganadería Hermanos Gracia Borroy.


Los ganadores y vencidos del Quinto-Prix, que se celebró el pasado domingo, disfrutaron con los miembros de la comisión de fiestas de un exquisito ternasco. Una curiosidad es que el equipo ganador fue el amarillo, compuesto por hombres y mujeres, y no el verde, de solo hombres. Pero en las fiestas de Quinto hay una única voluntad: el compartir con los vecinos estos días de fiesta en honor de Santa Ana.


Numerosas familias se acercaron por la tarde al complejo deportivo Las Piscinas para jugar en el parque acuático. "El intenso calor que ha hecho hoy (por ayer) ha provocado que vinieran muchas más personas de las que esperábamos", aseguró Jesús Morales, concejal de Festejos.


La suelta de vaquillas de la tarde, a cargo de la ganadería Hermanos Giménez Clavería, tuvo lugar en la plaza de toros. En esta ocasión no hubo ningún susto.


La comparsa de cabezudos salió a las 20.30 de los porches del ayuntamiento. La charanga de la escoba le acompañó durante todo el trayecto. Este grupo se denomina así ya que cuando dejan de tocar los instrumentos todos los asistentes deben agacharse porque los que se quedan de pie reciben un buen escobazo de los cabezudos.


Por la noche se celebró el tradicional concurso de paellas. Más tarde, a las 0.30, los más atrevidos se enfrentaron a la primera vaca de fuego, a cargo de la ganadería Hermanos Giménez Clavería, por la calle de Zaragoza.


Y para terminar la intensa jornada de fiestas, los vecinos e hijos de la localidad de esta comarca de la Ribera Baja del Ebro bailaron al ritmo del grupo La Moda.