Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Cáncer: armados de conocimiento
¿Por qué hemos subido a la Luna y no hemos curado el cáncer todavía? El investigador en oncología Alberto Jiménez Schuhmacher lo tiene muy claro: «Subir a la Luna era fácil, se conocía la ingeniería, la física, la química, los materiales...; sin embargo, hemos tardado 40 años en acumular el conocimiento suficiente acerca de la biología del cáncer para poder plantarle cara». La lucha continúa.
"Vivimos un momento de cambio decisivo en la forma de entender la vida y las enfermedades". Alberto Jiménez Schuhmacher, jefe del grupo de Oncología Molecular del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, está convencido de ello. Hace un tiempo, escuchó al también investigador aragonés Carlos López Otín una idea que comparte: "La biología ofrece unas perspectivas extraordinarias y, aunque muchos no lo perciban, vivimos en el amanecer de una biocracia, una forma de poder basada en la biología y el conocimiento surgido en torno a nuestra capacidad de manipular ADN de todas las especies. También de la nuestra".
Llevamos muchas décadas anhelando poder dar en la portada del periódico la noticia de que hemos vencido al cáncer. Sin embargo, Jiménez cree que "debemos hacer pedagogía y no nos asustará saber que el cáncer, probablemente, no se cure nunca. Nos ha acompañado siempre. ¡Los dinosaurios tenían cáncer!". En definitiva, el cáncer "es consecuencia de ser organismos pluricelulares donde un grupo de células rompen el pacto social celular, de forma independiente, secesionista, tras adquirir mutaciones, alteraciones, que las hacen egoístas, inmortales y viajeras". Y también es una consecuencia de vivir más: "Ya no morimos en la guerra ni de infecciones que hace menos de un siglo causaban estragos y vivimos más, damos tiempo a que nuestras células acumulen errores, a consecuencia de vivir y de agentes como el tabaco". El reto es detectarlos pronto. "Cuando se detectan a tiempo, muchos se eliminan, se curan. El reto es morir con cáncer, pero no de cáncer".
Acelerando
Posiblemente, en los últimos 25 años hemos avanzado en la lucha contra el cáncer más que en toda la historia . "Hemos acumulado el conocimiento necesario para entender bien qué es, su biología, y se han desarrollado tecnologías para comenzar a plantarle cara", resume. Y, "dado que el cáncer, en esencia, es una enfermedad de nuestros genes, poder leer todo el ADN de nuestras células, el genoma, seguramente sea uno de los grandes hitos. Esto derivará en la biopsia líquida", método de diagnóstico en el que trabaja este investigador. También ha sido crucial "el desarrollo racional de fármacos, donde entendemos qué alteraciones ocurren en un tumor y luego diseñamos el fármaco: misiles teledirigidos en lugar de cañonazos". A ello se añade el desarrollo de modelos animales, la bioinformática..., "para subir a la Luna no hizo falta internet, para curar el cáncer sí".
En 2004, un joven Alberto Jiménez Schuhmacher nos explicaba en este reportaje conceptos básicos sobre el cáncer y su investigación
¿Qué investigaciones de hoy serán la medicina de mañana? Para contestar a esta pregunta, Alberto Jiménez recuerda que para que un fármaco llegue, si llega, al paciente "pasan casi 15 años desde que se descubre en el laboratorio". Estamos reduciendo esos tiempos. También "hemos aprendido mucho de nuestro sistema inmunitario y de cómo el cáncer se esconde, y están apareciendo las inmunoterapias. Cuando funcionan, es espectacular, estamos aprendiendo a identificar qué pacientes pueden beneficiarse. Siguen apareciendo nuevos fármacos diseñados frente a dianas genes alterados, específicos. Y se están encontrando dianas en el microentorno tumoral, todo lo que es tumor pero no células tumorales, como vasos sanguíneos, células de soporte, el sistema inmunitario ".
Desde hace muy poco, la técnica de edición de ADN Crispr/Cas) propiciada por un español, Francis Mojica, que estudiaba unas secuencias de ADN repetitivas en microorganismos de las salinas de Santa Pola "ofrece unas posibilidades inmensas que serán pronto una realidad". "Tal vez, en el caso del cáncer directamente solo sirva para muy pocos tipos de tumores, pero está revolucionando el campo, porque podemos jugar con el ADN de una manera que no éramos capaces de imaginar". Es la última puerta que se ha abierto.
Mi sueño personal es que la biopsia virtual, una técnica de diagnóstico no invasiva que estamos desarrollando aquí, en el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón), sea una realidad. También que varios proyectos que llevo en colaboración con investigadores aragoneses transformen el mundo. Y que no nos despierten del sueño nuestras pesadillas. Que nuestros gobernantes por fin entiendan la importancia de la investigación, la apoyen y no tenga que perder la mayor parte de mi tiempo en burocracia y en mendigar financiación. Que pueda investigar en condiciones, que cosas por hacer no van a faltar.
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