Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El genoma de la judía, descifrado

Campo de boliches de Embún.
Campo de boliches de Embún.
Banco de Germoplasma de Especies Hortícolas del Cita

La judía común o frijol representa la mitad de todas las legumbres que se consumen en el mundo y forma parte de la dieta de más de 500 millones de personas. Coincidiendo con la celebración del Año Internacional de las Legumbres en 2016, un equipo de investigadores de Argentina, Brasil, México y España, a iniciativa del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, ha descifrado el genoma de la judía común o mesoamericana (Phaseolus vulgaris). El descubrimiento se publicó en febrero en la revista ‘Genome Biology’.


El equipo Phasibeam completó la secuenciación y el ensamblaje de los 620 millones de pares de bases que forman el genoma de un tipo de judía mesoamericana específico (BAT93). Como resultado, se identificaron 30.491 genes.


«La secuencia del genoma de la judía, tanto de la variedad andina, que se secuenció previamente, como de la mesoamericana, contribuirá de forma definitiva en la identificación de genes implicados en la resistencia a enfermedades, la sequía y la tolerancia a la sal, la fijación de nitrógeno, la formación de las células reproductoras y calidad de la semilla, entre otras mejoras», afirma Roderic Guigó, coordinador del programa de Bioinformática y Genómica del Centro de Regulación Genómica en Barcelona.


En una segunda fase del proyecto, se secuenció el genoma de al menos una docena de otras variedades de judías y algunos de sus parientes cercanos para identificar genes relacionados con la domesticación. «Este es un ejemplo de cómo la bioinformática y la secuenciación del genoma contribuyen en la obtención de variedades de mayor calidad y más productivas de un cultivo que se ha convertido en esencial para el consumo humano», añade Alfredo Herrera-Estrella, jefe del grupo de Expresión Génica y Desarrollo de Hongos en el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad en Irapuato, México.

UN ANTIGUO CULTIVO

El cultivo de las judías o frijoles (Phaseolus) es uno de los más antiguos del mundo. Se domesticaron en América hace miles de años y, junto con el maíz y la yuca, han sido esenciales en todo el mundo, donde se cultivan en América Latina, África, Oriente Medio, China, Europa, Estados Unidos y Canadá.


La investigación del genoma de las plantas ayudará a mejorar las aproximaciones tradicionales y biotecnológicas en la agricultura. También contribuirá a mejorar los cultivos en características clave como la resistencia a la sequía o la calidad nutricional de las semillas comestibles, y ampliará las posibilidades de uso de estos cultivos no solo como alimento sino también en la industria.

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