Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Sociedad digital: una interconexión mundial
Hace 25 años, nadie tenía en casa un ordenador, las dudas las resolvíamos consultando la enciclopedia y todos los teléfonos eran fijos. ¿Cómo hemos llegado a la vigente sociedad de la información, permanentemente conectada por tecnologías cada vez más inteligentes? Francisco Serón, director del Grupo de Informática Gráfica Avanzada y actualmente vicerrector de Prospectiva, Sostenibilidad e Infraestructura de la Universidad de Zaragoza, nos toma de la mano para recorrer, hito a hito, el camino de baldosas amarillas de la sociedad de la información.
En una entrevista a la revista Colliers publicada en 1926, Nikola Tesla "anticipó de forma sorprendente el crecimiento de la conectividad a nivel global y la miniaturización tecnológica", comenta Francisco Serón, antes de leer la certera cita: "Cuando lo inalámbrico esté perfectamente desarrollado, el planeta entero se convertirá en un gran cerebro, que de hecho ya lo es, con todas las cosas siendo partículas de un todo real y rítmico y los instrumentos que usaremos para ello serán increíblemente sencillos comparados con nuestros teléfonos actuales. Un hombre podrá llevar uno en su bolsillo".
¿Qué cambios han acabado transformado en los últimos 25 años nuestra forma de trabajar, comunicarnos, comprar, estudiar...?
En 2013 internet ya se vuelve ubicuo, en un mundo con más de 2.500 millones de personas conectadas
Datamos este big bang en 1994, cuando nace "the World Wide Web Consortium, fundado por Tim Bernes-Lee y Robert Cailliau. Fue el inicio del fenómeno que llegaría a ser internet para los seres humanos: una interconexión mundial". En 1998, sale "la otra pata que permite sustentar el fenómeno internet: Google, el buscador por antonomasia, fundado por Sergey Brin y Larry Page".
Los cambios también se cuelan en nuestra casa y en nuestro ocio. En el año 2002 llega a casa el primer robot: el aspirador robotizado Roomba, comercializado por la empresa iRobot, cuyos sensores "le permiten detectar obstáculos, acumulaciones de residuos en el suelo y escaleras". Dos años después, en 2004, "aparece World of Warcraft, el más popular y exitoso juego online multijugador, que hace realidad el sueño de poder jugar con personas de cualquier lugar del mundo".
Telecomunicaciones de bolsillo
Los teléfonos móviles se han colado con fuerza en nuestras vidas desde hace años, pero Serón destaca la aparición, en 2008, de un móvil con el sistema operativo Android, que puso "software libre en todos los bolsillos".
En 2009 entra en funcionamiento el primer blockchain de la historia, "estructura de datos que podría significar la desaparición de las entidades certificadoras tal y como las conocemos". Ese mismo año, Kevin Ashton bautiza como internet of things la idea de conectar cualquier objeto a internet.
En el ámbito de la inteligencia artificial, Serón destaca el nacimiento en 2010 de la compañía Deepmind Technologies, adquirida en 2014 por Google. La razón: "Ha creado una red neuronal que aprende cómo jugar de manera similar a la de los seres humanos que, además, es capaz de acceder a una memoria externa imitando la memoria de corto plazo del cerebro humano". Memorables su AlphaGo jugando al Go (2015) y AlphaZero jugando al ajedrez (2017). Lo relevante es que, según Deepmind, sus sistemas no están preprogramados, sino que aprenden de la experiencia.
Las máquinas siguen jugando para demostrar sus capacidades. En 2011, Watson, de IBM, participa en el concurso de televisión Jeopardy y derrota a sus dos oponentes humanos. "Watson permite que las computadoras comiencen a interactuar en lenguaje natural con humanos a través de una amplia gama de aplicaciones y procesos, comprendiendo las preguntas que le hacen y dando respuestas que los seres humanos pueden comprender y justificar".
El término industria 4.0 se utiliza por primera vez en 2011. "Actualmente es la tendencia de los procesos de automatización y de intercambio de datos, dentro de las tecnologías de manufactura. Incluye sistemas ciberfísicos, internet de las cosas y computación en la nube. Dicho de otra manera: ¡la construcción de fábricas inteligentes!", nada menos.
Hoy, tanto la Unión Europea como Estados Unidos intentan avanzar en el conocimiento del cerebro, embarcados en sendos proyectos multimillonarios. "¡La complejidad del cerebro humano es el desafío! Si conseguimos avanzar en su comprensión, aunque sea poco a poco, tanto la tecnología como nuestra forma de ser cambiará".
¿Y qué pasa con la consciencia o la creatividad?
"Existen líneas de investigación que estudian si son algoritmizables, pero no hay que llevarse las manos a la cabeza". "Desde un punto de vista materialista reflexiona, nosotros no somos más que el resultado de un proceso evolutivo de los seres vivos que empezaron a moverse para sobrevivir. Somos materia compleja y, por lo tanto, de partida somos estudiables". Aunque "también sabemos que hay problemas que no son algoritmizables y otros que, aunque lo son, su solución requeriría todo el tiempo que lleva el Universo en funcionamiento y todo el espacio que existe para almacenar la información necesaria". Por ahí están los límites. En su opinión, "el desafío está planteado, solo trabajando en ese tipo de problemas llegaremos a poder responder con certeza si es posible o no. Cualquier respuesta tanto positiva como negativa, sin estudio, no sería más que un deseo subjetivo".
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