Incendio en la mina. Treinta personas abajo. Desde el exterior no se sabe exactamente dónde están los trabajadores atrapados en el subsuelo. Con el humo, ¿verán las señales de evacuación? Las tradicionales es muy probable que no, pero las señales inteligentes de la empresa aragonesa Iconode las puede seguir todo el mundo, incluso las personas invidentes. Son luminosas, pero quien no ve puede seguir unas instrucciones, por ejemplo de evacuación, a través de su teléfono móvil. La señalización inteligente ha llegado para facilitarnos mucho la existencia, incluso para salvar vidas.

Innovación en estado puro. Investigadores del Howlab Research Group, del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A-Universidad de Zaragoza), llevaban años detrás de ella, de esta señalética inteligente capaz de aportar información útil al usuario en tiempo real y en lugares donde la comunicación, sin Iconode, no es posible. ¿Cómo lo han logrado?

Teresa Blanco, una de las responsables de este novedoso desarrollo tecnológico, cuenta que han generado “soluciones avanzadas a partir de protocolos de comunicaciones como Zigbee y Bluetooth Low Energy, introduciendo las señales tradicionales en el mundo del internet de las cosas; así se vuelven inteligentes y, además de indicar, ofrecen otras funcionalidades”.

Lo mejor es que estas señales, obtenidas a través de sensores y generadas por tecnologías 'mejoradas' basadas en Zigbee (donde no llega la comunicación de los móviles) y Bluetooth Low Energy, aprenden sobre la marcha. “En un entorno de emergencia, la señal va aprendiendo para ofrecer información en tiempo real. Por ejemplo -explica Blanco-, si en un túnel hay un derrumbe, las señales indican a las personas a qué salida han de dirigirse, cuál es la más segura; pero las condiciones, en una catástrofe, cambian constantemente y la salida que es segura deja de serlo a los cinco minutos”. La señal inteligente, 'aprendedora', te ayuda a salvar el pellejo.

“Si subiéramos en un cohete y viéramos la Tierra desde fuera -imagina Blanco-, veríamos el 'smart dust' (un punto por cada objeto inteligente que se interconecta entre sí y con internet) cada vez más abundante”. Ese es el terreno de juego de Iconode, futura 'spin-off' de la Universidad de Zaragoza, creada por investigadores del Howlab Research Group y de la pyme de señalética Implaser. Sus herramientas: sensores, monitorización de entornos, geolocalización y señales capaces de interaccionar con cualquier red en tiempo real. Con ellas, pueden servir soluciones avanzadas y personalizadas a sus potencialmente variopintos clientes.

Iconode ha sido premiada en la quinta edición del Programa Spin Up de la Universidad de Zaragoza con el galardón a la Mujer Emprendedora.

Para seguridad en túneles, Iconode ha probado su tecnología en pilotos instalados en los túneles de Santa Isabel, en Zaragoza, y Monrepós, Pirineo aragonés. Pronto probará en una empresa minera su solución para minería. Y para espacios más accesibles, emplea los 'beacons', dispositivos con Bluetooth de bajo consumo que transmiten mensajes entre aparatos que no precisan sincronización. Esta última solución será probada, ya en septiembre, en las instalaciones de la EINA, la escuela zaragozana de ingeniería y arquitectura.

Las funciones de la señalización inteligente de Iconode son infinitas: señala salidas de emergencia, se convierte en un guía accesible, localiza personas, verifica rutas, informa de lugares de interés, facilita el ahorro energético... En definitiva, conecta señales a personas y todas ellas a la nube. Personas como Luisa, ciega en el escenario de un atentado, que oye gritos y no sabe por dónde salir; Suong, estudiante de intercambio que no sabe cómo llegar al despacho de un profesor; Antonio, jefe de rescate que, ante un derrumbe, necesita saber cuántos mineros quedan fuera de la zona de comunicaciones y cómo se encuentran; y Paco, atrapado entre las llamas de un accidente en un túnel, que no sabe a qué salida acudir.

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