A nadie le cabe duda de que el agua sirve para apagar el fuego. Pero, ¿sabías que este líquido incoloro también puede encender una llama? Siendo más específicos, es posible prender una cerilla empleando vapor de agua.

El youtuber Steve Mould lo demuestra filmando un experimento en el que calienta tanto el agua que su temperatura es mayor que la de una llama.

Lo consigue hirviendo el agua y haciendo pasar el vapor evaporado por una bobina de metal a la que se aplica la llama de un soplete. Y, ¡tachán!, en contacto con ese vapor hipercaliente la cerilla arde. Por una transferencia de calor de un objeto más caliente a otro más frío, como nos explican en Gizmodo. Con este mismo método podemos derretir plástico o hacer que un folio de papel arda y se convierta en cenizas.

Que este 'truco' sea posible se debe a que la capacidad calorífica del agua es muy superior a la del aire. Por ese mismo motivo, los océanos actúan como “aires acondicionados naturales” que almacenan el calor. Y mientras en las poblaciones continentales las noches son frías y los días calurosos, cerca del mar el clima es mucho más suave a todas horas.