Tres años después de haber creado una especie mutante de cucaracha programada genéticamente para combatir una plaga transmitida por sus congéneres y extinguirse en seis meses, la entomóloga Susan Tyler descubrirá que su creación no solo ha sobrevivido sino que ha evolucionado en una monstruoso ser capaz de mimetizar el aspecto de un humano.

Dicho lo cual, lo que no se puede camuflar de ninguna forma es el gazapo presente en esta disertación. Que en un principio podría parecer un error casi anecdótico, pero que se convierte en animalada puesto en boca de alguien que se supone es una autoridad en la materia, un doctor en Entomología. Será porque yo no soy hormiga que lo diré de una forma poco sutil: hay que ser un cerebro de mosquito para afirmar una simpleza tan grande. Menos mal que siempre puedes buscar consejo en 'Que la ciencia te acompañe'.

El diálogo

-Un filósofo escribió que la vida por naturaleza es cruel, brutal y corta. Una hormiga lo diría de forma más sutil: o me lo como o me comerá él a mí. La simplicidad domina el phylum Insecta. O sea, la vida de los insectos -explicó el Dr. Gates a sus alumnos como colofón a la clase impartida. En ese momento la Dra. Susan Tyler entró en busca del consejo de su maestro y mentor.