Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Una celestina molecular
Los baltasares pintados de estas Navidades habrán necesitado una buena dosis de la moleculica de enero para recuperar el color de su piel. Es un tensioactivo y se emplea a fondo en toda crema desmaquillante. Ella misma da un buen puñado de pistas para ayudarte a descubrirla.
Por la cara
Ya pasaron las fiestas y los últimos en pasar, como siempre, fueron los Reyes Magos. ¿Os dejaron muchos regalicos? Eso es porque habíais sido buenos todo el año. ¡A seguir así en 2018! Igual os pensáis que volvemos a la carga con el oro, el incienso y la mirra. Pues no, que las moleculicas esas ya nos visitaron el año pasado y no es cuestión de repetirse. Este año, vengo yo, una moleculica muy útil para los reyes baltasares de pega, que van todos pintadicos de negro como si los niños fueran tontos y no lo notaran. También soy útil para las nuevas y mediáticas incorporaciones de las cabalgatas: las drag queen.
Tras la cabalgata, estos personajes necesitan imperiosamente una buena dosis de crema desmaquilladora. Y es ahí donde aparezco yo, una moleculica presente en muchas de estas cremas, por el motivo que os explico a continuación.
Como el agua y el aceite
Todos sabemos que el aceite no se mezcla con el agua. Tanto es así que incluso nuestro precioso idioma dice que dos personas que no se aguantan «se llevan como el agua y el aceite». Pero las moleculicas todo lo pueden. Si añadimos moleculicas compatibles con ambos, podemos intentar que se junten, como si se tratara de una celestina molecular. En el caso del aceite y el agua, esas moleculicas emparejantes se llaman tensioactivos, y son nada más y nada menos que los detergentes y jabones de toda la vida. Seguro que ahora entendéis por qué las manchas de grasa se tienen que lavar con detergente. Si queréis saber más sobre el tema, aquí tienes un vídeo que lo deja muy clarito.
De la cola a la cabeza
Un tensioactivo es compatible a la vez con las moleculicas hidrófobas (las que no quieren saber nada del agua, como el aceite) y con la propia agua. Así, puede hacer que agua y aceite convivan en el mismo sitio, sin separarse en dos capas que ni se dirigen la palabra. Las moleculicas tensioactivas son como un chupachups, con dos partes muy diferenciadas: una cola hidrófoba o lipófila, amiga de las grasas como el aceite, y una cabeza muy hidrófila o lipófoba, que adora rodearse de agua. A menudo esta última posee cargas eléctricas, como es mi caso.
Emulsiones y cremas
Bueno, y todo esto ¿qué tiene que ver con las cremas desmaquilladoras y desmaquillantes? Pues resulta que en este tipo de cremas tienen que coexistir dos cosas incompatibles. Una es el agua, capaz de disolver (y limpiar) muchas cosas, y la otra son aceites, que pueden disolver algunos de los pigmentos del maquillaje y son buenos para la piel. ¿Cómo hacer que la crema contenga estas dos fases sin que se separen? Pues con moleculicas tensioactivas como yo, que estabilizan las emulsiones de agua y aceites. Por eso se nos conoce también como emulgentes.
Soy una sal
En mi caso, soy una sal de dos moleculicas que pueden vivir por separado. Una es un ácido graso, muy abundante en las grasas animales (como la mantequilla) y en el aceite de coco. La otra es un híbrido entre el amoniaco y el alcohol etílico, cuya abreviatura se puede confundir con la bebida nacional británica. La de la merienda, no la ginebra, borrachillos.
¿Quieres adoptarme?
Para ser una buena madre o un buen padre, tendrás que averiguar sus propiedades, usos y la opinión que la gente tiene de ella. No te preocupes si te parece difícil y una gran responsabilidad; desde el blog Moléculas a reacción te ayudaremos y guiaremos en tu adopción.
José Ignacio García Laureiro Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea y Fernando Gomollón Bel Químico y divulgador científico